Houston, Estados Unido.| AFP.
La final por el título de la NFL será vista por más de 100 millones de hogares en Estados Unidos y millones más en el resto del mundo, para el evento más grande del calendario deportivo estadounidense.
Brady, de 39 años, busca convertirse en el mariscal de campo más condecorado de la historia, en un partido que enfrenta al equipo más ofensivo del campeonato, los Patriots, contra el de mejor defensiva en el torneo, los Falcons.
La superestrella de los Patriots se puede convertir en el primer mariscal de campo en ganar cinco coronas del Superbowl si logra guiar a los Patriots a la victoria ante una multitud de 72.000 personas en el Estadio NRG de Houston.
La redención
El escenario está listo. Los actores son casi los mismos, y la trama de esta novela mantendrá más atados a sus sillas a los espectadores que el Superbowl mismo, dada la singular perspectiva de que Goodell tenga que entregar el Trofeo de campeón Vince Lombardi a Brady y a sus compañeros el domingo.
Los Patriots son el equipo que muchos estadounidenses odian. La culpa la tienen su estrella Tom Brady y su entrenador Bill Belichick.
Ellos pueden llamarse legítimamente el mejor quarterback en la historia y el mejor entrenador de la NFL, pero Brady y Belichick no tiene muchos fans fuera de Boston.
De acuerdo con una encuesta del Instituto de Política Pública, solo el 27% de las personas encuestadas espera ver a los Patriotas ganar el Superbowl por quinta vez en su historia.
Ganar el Superbowl del domingo será algo más que redención para Brady y Belichick. Será el premio a un trabajo conjunto de 15 años, y nicho seguro en el Salón de la Fama del Fútbol Americano.