• Por Lic. Emma Paoli
  • Magíster en Evaluación y Planeación Educativa

Es importante medir en su justa dimensión nuestras instituciones. Usualmente se evalúan desde un enfoque no constructivo, a pesar de que muchos proyectos desarrollan el plan de mejora o de desarrollo.

¿En qué tiempo medimos el plan de mejora si la evaluación se realiza más que nada sobre errores o aciertos presentes y no sobre, como su nombre lo indica, el plan de mejora a futuro? ¿Cuál es el tiempo de aplicación? ¿Cómo sería el proceso a partir de la autoevaluación? Ese tiempo no existe en el caso de una evaluación con fines de acreditación.

¿Cuál sería el proceso más saludable para que una institución pueda evolucionar hacia un plan de mejoras? Desde esta humilde opinión, la evaluación diagnóstica continua deberá lograr la calidad en todas sus dimensiones, es muy importante un replanteo de "evaluación". La educación es un acto dinámico no estático, de desarrollo y actualización continua.

Los modelos tradicionales están perdiendo competencia en el presente siglo y para las necesidades de la actual sociedad, por lo que deberíamos concentrarnos en nuevos modelos para el país en el campo económico, social y educativo, desarrollando la ciencia y la tecnología.

Como experiencia inicial y esencial, hoy es menester iniciar con ímpetu el desarrollo del profesorado de educación superior hacia la innovación y actualización continua a través de posgrados, incentivando la investigación desde todas las áreas. Esto contribuirá rápidamente al impulso de nuestras instituciones hacia nuevos horizontes.

Las evaluaciones que hoy se realizan tienden al pasado y presente. Debemos mirar hacia el futuro, inclusive el más cercano. Realicemos la evaluación diagnóstica con sus pro y sus contras y tracemos aspectos más prometedores y compromisos más serios frente a nuestra juventud curiosa de saberes.

Como dice Burton Clark, cualquier idea institucional que logra avanzar en una universidad, se debe difundir entre muchos participantes, unirse a otras ideas y cuando las ideas relacionadas se expresan en múltiples estructuras y procesos y ahí permanecen, las podemos ver como creencias institucionales que subrayan las maneras distintivas. Las creencias innovadoras exitosas que dan énfasis al deseo de cambio con el tiempo se extienden y abarcan toda la institución, logrando una nueva cultura.

Sabemos que el país está esperanzado en una nueva cultura, y la vinculación de la universidad con el ámbito económico (ámbito industrial, empresarial, comercial) creará una manera accesible de lograr mayor bienestar para todos.

Es por ello que todas las mediciones de calidad se encuentran enlazadas con esos estamentos y su dinámica se basa en una continua actualización de parámetros ajustados a una gran apertura de ideas que apuntan al desarrollo del país en todas sus regiones y áreas.

Impulsemos la innovación para el renacer de nuestra patria desde el pensamiento constructivo, emprendedor y democrático.

Debemos concentrar nuestros esfuerzos en buscar y ordenar las casas de estudios desde una perspectiva constructiva. Las instituciones que permanezcan y salgan adelante serán evaluadas por su eficiencia a través de un proceso positivo.

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