- Por Luis Eduardo Sánchez
- ProyectoF1.com
- Fórmula 1 hecha por fans para fans.
Todos hablan de la nueva normativa 2017 y el efecto que tendrá el año que viene en las velocidades de los nuevos coches. Más allá del aspecto estético, los nuevos F1 serán mucho más potentes y más rápidos que sus predecesores y eso es bueno.
Carlos Sainz fue el primero en compartir sus sensaciones tras probarla en el simulador. "Impresiona y divierte", dijo el de Toro Rosso. Y otro piloto que se ha puesto frente al volante virtual, Nico Hulkenberg, apunta en la misma dirección: "Los nuevos coches son brutalmente rápidos".
Los nuevos neumáticos serán unas de las estrellas de los bólidos de 2017, gracias al considerable aumento de su anchura. En concreto, las gomas delanteras crecerán de 245 a 305 mm y las traseras de 325 a 405 mm. Se prevé que la mayor superficie de apoyo otorgue a los monoplazas un paso por curva de entre 20 y 50 km/h más. Pasarán a tener un 25% más de superficie de contacto con el asfalto.
La FIA ha aumentado en 26 kilos el peso mínimo de los monoplazas. Según el nuevo reglamento, el peso total del monoplaza sin combustible, con neumáticos de seco y con el piloto a bordo no puede ser inferior a 728 kilos en ningún momento de un Gran Premio, cuando antes el peso mínimo estaba fijado en 702 kilos. El aumento en el límite de combustible a 105 kilos también significa depósitos más grandes.
También se incrementará la anchura total de los coches en unos 20 cm, hasta medir 2 metros. Otra de las partes que concentrará un gran número de modificaciones será la posterior de las monturas. En ella se reducirá la distancia del alerón trasero al suelo hasta dejarla en 800 milímetros, 145 menos que en el 2016. Asimismo, se elevará la suspensión y el ángulo posteriores del suelo del coche. En cuanto al alerón delantero, medirá 1.800 mm, 150 mm más que los actuales.
Considerando que el aumento de 10 kilos en un monoplaza de F1 puede implicar la pérdida de tres décimas de segundo, es fácil estimar que un incremento de 26 kilos podría representar una pérdida de casi un segundo por vuelta en 2017. A pesar de todo, se espera que la fuerza aerodinámica extra de los nuevos coches y el agarre de los Pirelli más anchos les haga ganar cinco segundos por vuelta.
Si se cumplen los vaticinios de los expertos, el punto de frenada se retrasará hasta 30 metros. Este hecho obliga a los circuitos a adecuar sus sistemas de seguridad a las nuevas prestaciones de los coches.
Por otra parte, se pretende elevar el protagonismo del hombre frente a la máquina. Con ese fin, los coches F1 2017 requerirán mayor destreza y potencia física de los corredores, quienes se han adaptado a esta exigencia a través de sus entrenamientos invernales. El efecto suelo tendrá mucho que decir a partir de ahora. Esperemos que no se nos maree nadie.
Esperemos que todos estos cambios hagan por fin carreras más emocionantes y que nos hagan saltar de la silla como en los viejos tiempos. Los coches 2017 probablemente sean los más rápidos de la historia, y eso, muy pronto ya lo sabremos.