El gobierno boliviano saludó este martes el "valor simbólico" de la condena a cadena perpetua de la justicia italiana contra ocho represores del Plan Cóndor, entre ellos un expresidente de Bolivia y su ministro de Interior, actualmente en la cárcel.

El fallo de la Tercera Corte de Roma, que juzgó a los represeores por la desaparición y muerte de 40 opositores, afectó al general Luis García Meza, presidente de facto entre 1980 y 1981, y a su entonces ministro de Interior, coronel Luis Arce Gómez, ambos actualmente presos con una condena a 30 años sin derecho a indulto.

"Por más que en algunos casos sea difícil de materializar la aplicación de esta sentencia, tiene un valor simbólico, sienta un precedente significativo y tiene un alcance histórico muy significativo", comentó a periodistas el ministro de Gobierno (Interior), Carlos Romero.

Su colega de Autonomía, Hugo Siles, estimó que "difícilmente una de estas sentencias va a poder aplicarse o cumplirse". Siles explicó que "Bolivia e Italia deberían sobre el marco de esta sentencia tener un tratado de extradición pero ya también por el tiempo de la condena, Bolivia ha hecho uso de sus propios tribunales".

Según Romero, "en este caso se tendría que cumplir una solicitud de extradición y normalmente cuando hay doble juzgamiento se prioriza para la aplicación de la extradición la sentencia más grave, o sea se prioriza la jurisdicción que ha determinado la sentencia más grave".

García Meza fue condenado a 30 años de cárcel sin derecho a indulto, la máxima pena en Bolivia, que cumple desde 1995 en una cárcel de máxima seguridad, aunque los últimos años estuvo largamente ingresado en un hospital militar por una dolencia cardíaca.

Conocido como el "ministro de la cocaína", Arce Gómez, purgó inicialmente condena en Estados Unidos por tráfico de estupefacientes hasta 2009, año en que fue enviado a la cárcel de Chonchocoro, en el altiplano de La Paz, también con una pena de 30 años.