Mangos que se convierten en alfombras en nuestras veredas. Sandías y piñas que se encuentran en cada rincón de las calles. ¿Menospreciamos nuestras frutas autóctonas? Es hora de que sepas por qué deberías dejar de hacerlo y darles una oportunidad.
Por: Jazmín Gómez Fleitas
En cada estación del año, la naturaleza nos provee de las frutas que necesitamos en nuestra alimentación. ¿Eso qué quiere decir? Que esas frutas nos darán los nutrientes necesarios que nuestro organismo pueda perder, ya sea debido al calor o al frío. Así que consumir frutas de estación es una cuestión de prevención.
"En el verano son más importantes las sales minerales y el agua; mientras, en el invierno, las calorías, la vitamina C y las grasas buenas como en el caso de los frutos secos y las semillas", explica con entusiasmo Patricia G. Irrigotia, especialista en naturopatía (medicina alternativa).
Irrigotia detalla que las frutas de nuestra tierra son las que contienen los nutrientes necesarios que nuestro organismo necesita, debido a que vivimos en el mismo lugar en el cual ellas crecen. "Utilizando correctamente las frutas de estación obtenemos todos los nutrientes que necesitamos para esa época del año, coherente con el lugar y con nuestra genética o biotipo", precisa.
Lo que sucede últimamente es que se da más importancia a las frutas importadas, antes que a las que nuestra tierra generosamente nos regala. Mangos, mamones, piñas. "El fenómeno de utilizar frutas de otras zonas es mundial, y hay mucha ignorancia y mala informacion. En Italia entró mucho de moda usar complementos y suplementos a base de mamón, y la gente compra libremente dichos integradores. El problema es que en realidad no le hacen ni bien ni mal, a no ser que realmente su organismo necesite por alguna falencia y algún doctor naturista le indique las dosis adecuadas", argumenta.
Patricia por eso aclara: "Es conveniente dar más importancia a las frutas de nuestra tierra que son las que contienen los nutrientes necesarios que la tierra le proporciona y nosotros necesitamos."
Y agrega: "Es como que el campesino paraguayo de un tiempo atrás tenía esa comunicacion con la naturaleza, esa sabiduría de saber qué cosas tenía que comer. Todas nuestras frutas -ya sea de calor medio a más pesado- tienen propiedades importantes, no sólo en la pulpa, también en la cáscara, semillas y hojas; pudiéndolas utilizar en tisanas, preparados especiales, cremas caseras para la piel, infusiones, y otras preparaciones para prevenir enfermedades o para tratamientos de infecciones y otros malestares".
Frutas veraniegas
La especialista Irrigotia nos enseña que las frutas autóctonas de las cuales conviene alimentarnos en verano deben ser aquellas con grandes aportes de:
Sales minerales: Perdemos muchas sales minerales como potasio y magnesio con el sudor, sobre todo si practicamos actividades deportivas en el verano. Las frutas recomendadas serían: mamón, banana y coco (mbocaya, aunque se debe consumir en menores cantidades por su alto contenido en grasas, luego el melón y el mango).
Agua: Que también perdemos en exceso con el calor. Está presente sobre todo en la sandía, piña, melón;
Fibra: Indispensable para la regulación intestinal y para contrarrestar la ingestión de grasas que no son casi necesarias en el calor. Las frutas recomendadas serían: mango paraguayo, ciruela, durazno y manzana.
Vitaminas A, D, E: Para una piel sana e hidratada y para un correcto funcionamiento de melatonina (melón, mango, durazno). Las frutas de color naranja, como el mango, aportan grandes cantidades de betacaroteno que también son importantes para los días de sol, donde la melanina se debe activar correctamente para obtener un buen bronceado sin que la piel se marchite o se manche. También el sol activa la producción de radicales libres induciendo la sequedad y consecuentemente envejecimiento de la piel (fotoenvejecimiento). Las uvas rojas son excelentes como antioxidantes; pero en general todas las frutas mencionadas son buenas en su acción antioxidante, aunque en menor proporción la banana, la cual es más bien fuente de potasio y azúcares.
Ácido fólico: A través de la uva y el mango, especialmente para las mujeres embarazadas
Licopeno: Un importante nutriente anticancerígeno, antioxidante y beneficioso para una correcta función en el aparato digestivo. Una excelente fuente es la sandía.
Frutas terapéuticas y de desintoxicación: Luego de largos períodos de mucha comida pesada y alcohol (fiestas de fin de año) son más que necesarias; pues ayudan a la función hepática, diurética y de todo el aparato digestivo. La uva, la piña y la manzana son ideales para este fin. Pero recordá que siempre se debe recurrir a personas que sepan guiarte para realizar estas prácticas alimenticias, porque es siempre riesgoso hacer dietas por cuenta propia.
Para el hígado: No hay mejor opción que el mamón, sobre todo en compota o dulce; mientras, crudo con la semilla es muy bueno para contrarrestar el estreñimiento.
Otros beneficios de varias de las frutas de verano son su contenido en carbohidratos y proteínas vegetales.
Aprovechar al máximo el poder de las frutas
En ocasiones -y dependiendo de cada persona- las frutas pueden crear algunos problemas de intolerancia como: gases intestinales, constipación o colon irritable, y no debemos culpar a las frutas porque sí, sino al uso incorrecto de ellas. Así que la especialista Irrigotia nos instruye en su correcto consumo.
Es aconsejable
No consumir frutas después de las comidas como un postre. Las frutas se descomponen más rápidamente que las mismas verduras y otros alimentos salados, y en el proceso digestivo sucede que cuando la fruta ya tiene que pasar al intestino por su rápida absorción y asimilación no lo puede hacer porque los demás alimentos se lo impiden. Es ahí que puede generar gases que inflamen el estómago y causen dolor. La mejor manera de consumir frutas es antes de las comidas (por lo menos media hora antes) o lejos de ellas, salvo la manzana o la pera que se pueden comer con ensaladas crudas.
En las ensaladas de frutas
Tratar de no mezclar frutas dulces con ácidas porque puede ocasionar colitis o gases.
En la mañana
Es recomendable utilizar frutas ácidas con más aportes de vitaminas C que serán mejor asimiladas por el metabolismo a esas horas, y por la tarde las frutas más dulces.
Los batidos
Son muy buenos si se los sabe preparar con otras verduras o semillas que aporten nutrientes. Al procesar de esa forma las frutas pierden algunas propiedades como las vitaminas, pero ganan en digestión rápida, sobre todo cuando se quiere perder peso y acelerar el metabolismo. Para obtener zumos de frutas naturales es recomendable utilizar un extractor en frío y beber inmediatamente. Los jugos naturales en botella en el comercio han perdido ya, un poco o bastante, de su valor nutricional.
No se recomienda
Consumir frutas luego del atardecer (según la cronobiologia, medicina china). Nuestro proceso digestivo y metabolismo se realenta al caer el sol, y los azúcares de las frutas pueden fermentar, ser digeridos con dificultad y generar gases y constipaciones desagradables.
Sobre la especialista
Patricia G. Irrigotia está estudiando Naturopatía en Italia, lo que sería una rama de la medicina alternativa holística. Esta disciplina comprende una gran variedad de técnicas que incluyen la medicina antigua, popular y tradicional de Oriente y Occidente. Su objetivo es prevenir y modular las tendencias de posibles enfermedades y estimular la capacidad curativa innata del organismo, para facilitar su equilibro y alcanzar un buen estado de salud. Además, promueve el principio de evitar los efectos secundarios de los fármacos y se fundamenta en el estilo de vida y el estudio minucioso de una dieta preventiva y curativa. Entre las materias que abarca se encuentran: Biología, Física, Química, Anatomía, Biotipología, etc.