Washington, Estados Unidos. AFP.

Responsables del espionaje estadounidense reafirmaron este jueves ante el Senado que altos funcionarios rusos autorizaron el pirateo informático como parte de una "campaña polifacética" para interferir en las recientes elecciones presidenciales, una aserción desafiada por el presidente electo Donald Trump.

"Hemos llegado a la conclusión de que únicamente los más altos dirigentes rusos pudieron autorizar el reciente robo y divulgación de datos relacionados con las elecciones", apuntaron tres jefes de inteligencia en su testimonio presentado por escrito.

El documento lleva la firma del director de Inteligencia Nacional, James Clapper; el subsecretario de Defensa para Asuntos de Inteligencia, Marcel Lettre; y el jefe del Comando de Ciber Seguridad, el almirante Michael Rogers.

Los tres prestaron testimonio este jueves ante la Comisión de Servicios Armados del Senado sobre las amenazas cibernéticas a Estados Unidos. Sin embargo, el grueso de los testimonios se concentraron en el pirateo informático de correos del Comité Nacional del partido Demócrata y del jefe de campaña de Hillary Clinton, John Podesta, durante las elecciones.

Durante el interrogatorio, Clapper puntualizó que Rusia "no cambió ningún conteo de votos o algo por el estilo", y apuntó que "no hay forma de medir el impacto" que la divulgación de los correos electrónicos haya podido tener en "las decisiones de los electores".

Consultado sobre si la interferencia cibernética en el período electoral podía ser considerado un 'acto de guerra', Clapper dijo que ello constituye "una pesada decisión política", pero añadió que en su visión fue una iniciativa de "gran gravedad".

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