Jorge Cohler
jcohler@lanacion.com.py
El secretario general de la Presidencia de la República y jefe de Gabinete Civil del Poder Ejecutivo, Juan Carlos López Moreira, indicó que solo a partir del 2016 el Gobierno Nacional pudo impulsar con fuerzas todos los proyectos que se tenían planificados, debido a que los primeros años de gestión fueron dedicados a "arreglar la casa". Destacó las inversiones sociales del año que terminó y aseguró que, de habilitarse la reelección, el equipo de Gobierno seguirá trabajando con el mismo ritmo y empeño.
–¿Cuáles son los hechos que considera trascendentales para la gestión del Gobierno en el año que pasó?
–Creo que hay muchísimos hechos que son importantes para el país. Desde la transparencia en la administración hasta la lucha contra la corrupción y contra la pobreza. Los primeros años fueron muy difíciles porque encontramos un Poder Ejecutivo bastante golpeado en cuanto a la institucionalidad. Por dar un ejemplo: el Palacio de López y Mburuvicha Róga no tenían títulos. No digo que esto sea determinante, pero como es un botón de muestra de la situación en la que se encontraba el Gobierno, totalmente descalzado, con gente desmotivada, presupuestos mal armados. Los primeros años tuvimos que dedicarnos a volver a generar una institucionalidad, diseñar el funcionamiento de cada institución, como Petropar o INC, por citar ejemplos.
–¿En qué aspectos se cambió para lograr mejorar el impulso a las obras?
–Impulsamos muchas leyes, como la de la Alianza Público Privada, la 5.074, la Ley de Responsabilidad Fiscal, que fueron muy buenas herramientas. En el 2016 empezamos a ver los resultados, porque salieron las primeras licitaciones grandes, las rutas ya comienzan a notarse, los viaductos y las costaneras. En cuanto a las viviendas sociales, estamos entregando unas 23.000 unidades en lo que va del Gobierno. Mientras que el promedio de los últimos 5 años era de 1.850 viviendas/año, nosotros subimos esa cifra a 7.000 viviendas por año. En relación a Tekoporã; cuando asumimos el gobierno había 78.000 beneficiarios y este año llegamos a 140.000, eso a más de los 130.000 adultos mayores que reciben pensión.
–A tres años, ¿cuál sería una estimación del volumen de las obras impulsadas?
–Haciendo un rápido recuento, te puedo decir que este gobierno ya construyó lo que equivale al 50% de toda la infraestructura que encontramos cuando llegamos. El promedio de los diez años anteriores –desde el 2003 al 2013– estaba en US$ 180 millones anuales, mientras que nosotros llegamos a US$ 640 millones por año.
–Con lo que mencionó, ¿cuánto creció Paraguay?
–El país creció en un promedio de 4% anual. A primera vista no parece que sea un número importante, pero es muy diferente si se considera el contexto general, con Argentina cayendo, Brasil cayendo y ese fenómeno replicado en toda la región. Nadie creció como Paraguay y eso es una señal que nuestro país ya no depende de Argentina o Brasil. Antes uno de esos países bajaba y toda la economía nuestra bajaba; hoy eso no ocurre gracias a las medidas que tomamos en inversión pública, política monetaria y atracción de inversiones extranjeras. A pesar de que los vecinos cayeron, Paraguay sigue creciendo al mismo ritmo y somos el primero o segundo país que más creció en toda Latinoamérica en el 2016.
–¿Cuál fue la inversión más fructífera para el Gobierno?
–La apuesta a la gente, porque hoy se siente en el campo. La apuesta en la gente más necesitada que recibe el apoyo del Gobierno, demostrado en duplicación de Tekoporã, al igual que el aporte a Adultos Mayores y los programas de viviendas sociales, así como todo lo que es la asistencia a los pequeños productores. Tuvimos varias crisis con los pequeños productores y hoy están contentísimos, como es el caso de los arroceros, los cañicultores. Para mí la mejor inversión que pudimos hacer es toda aquella que está llegando a la gente.
–¿Qué queda por desarrollar en el 2017?
–Creo que este año que entra se va a empezar a ver más claramente el esfuerzo que hizo el Gobierno en los primeros años. Sabemos que quedan muchos proyectos en curso que se verán en el 2017: tenemos todo el tema de infraestructura; el inicio de la Costanera Sur; la inauguración del viaducto de Madame Lynch y Autopista; la ruta Limpio con Mariano Roque Alonso; la Ruta 2, con Alianza Público Privada, y la Ruta 7, con Tape Porã; la segunda etapa de la Costanera Norte. En infraestructura hay 147 contratos que están vigentes y en proceso de construcción, que irán terminándose en este período. En cuanto a viviendas, vamos a tener una fuerte apuesta. De igual modo, unas 711 escuelas se van a construir o remodelar este año, con fuentes del Fonacide. En materia de agricultura, pensamos seguir con la asistencia a los pequeños productores, lo mismo que el aumento de Tekoporã, Tekoha y Adultos Mayores. Si bien con el tema del presupuesto se van a replantear estos temas, seguramente habrá ampliaciones que vamos a solicitar para cumplir con esos compromisos.
–¿Podrían reutilizar el Presupuesto 2016 para los bonos?
–Nosotros tenemos bien clara la película en cuanto al Presupuesto. Es una ley que no se puede dividir. No se puede decir que sí se toman los ingresos y los gastos del 2016, pero los préstamos no. La Ley 1.535, que establece que queda el presupuesto vigente, quiere decir que incluye no solamente el presupuesto inicial aprobado, sino todas las ampliaciones, porque dice vigente y ahí se incluyen todas las ampliaciones, los préstamos y los gastos. La Ley de Presupuesto no se puede dividir, por lo que tenemos habilitado todo lo aprobado durante el 2016.
–¿Por qué el veto del Ejecutivo al Presupuesto?
–Para mí, el Presupuesto es una herramienta de prebenda escondida del Senado, porque es donde ellos pueden hacer los aumentos salariales sin que la ciudadanía les reclame. Sucede lo mismo con los aumentos escondidos a las universidades, porque muchos senadores tienen universidades y con los aumentos salariales a funcionarios de forma independiente y con la generación de nuevos cargos. Estamos hablando de 144 nuevos cargos en Senadores, o sea que es una herramienta prebendaria utilizada para poder extorsionar. Con este veto, lo que se está dando es que esa herramienta se terminó, ya no van a poder cambiar el Presupuesto como antes sin participación del Ejecutivo. Si no se sientan con el Gobierno y se hace en conjunto un presupuesto adecuado, saben que ya tenemos la herramienta del veto. Ese es un beneficio enorme para todos los gobiernos, es un precedente sumamente importante.
–¿Cómo se maneja la iniciativa para la reelección presidencial?
–La reelección es lo mejor que le puede pasar al país, pero lo peor que le puede pasar a Horacio Cartes, para su vida personal, porque él ya es un empresario exitoso. Está haciendo bien las cosas. Pese a que muchos hacen de todo para que eso no se note, la gente ya empieza a sentir los beneficios.