Estambul, Turquía. AFP.
Los dos jóvenes franco-turcos formaban parte de los centenares de personas que celebraban el Año Nuevo en el Reina, una selecta discoteca de Estambul donde un hombre armado mató a 39 personas en un ataque reivindicado por el grupo Estado Islámico (EI). "Vuelvo a pensar en estos momentos, no llego a borrarlos de mi memoria", explica a la AFP Yusuf Kodat. "La gente en pánico, la sangre, el ruido de los disparos, las detonaciones", describe.
Los dos primos, que viven en Alsacia (este de Francia) habían viajado a Turquía para las fiestas de fin de año. Habían decidido celebrar el 31 de diciembre en el Reina, situado a orillas del Bósforo, en la orilla europea de Estambul.
A las 01h15 del domingo (22h15 GMT del sábado), un hombre armado con un fusil de asalto irrumpió delante de la discoteca y mató a dos personas en la entrada antes de penetrar en el local y cometer la masacre.
ES UN ATENTADO
"Oímos dos, tres disparos, creímos que se trataba de una pelea en la puerta", explica Yunus Turk. "Y al cabo de diez, quince segundos, (el asaltante) entró en el interior y empezó (a disparar) y ahí, nos dijimos 'es un atentado, es un tiroteo'". "Yo conocía la discoteca", continúa el joven, "vengo a menudo. Agarré a mi primo y le dije, salimos, vamos a la terraza".
Este exclusivo club cuenta con varios restaurantes y pistas de baile además de un bar central. Se extiende sobre una terraza con unas vistas espectaculares sobre el Bósforo y uno de los puentes que lo cruzan.