Por el Dr. Juan Carlos Zárate Lázaro - MBA
El 2016 no ha sido un año para nada fácil para nuestro sistema bancario, pues han tenido que afrontar las coyunturas desfavorables que se han presentado en el mercado y derivados tanto de factores endógenos como exógenos.
Uno se los factores que han impactado dentro de la gestión económica de los mismos, ha sido la reducción de las tasas activas aplicadas a las tarjetas de crédito, lo que los han obligado a tener que hacer una depuración de su cartera de clientes y retirándose del sistema más de 120.000 plásticos, dado que los riesgos crediticios ya se tornaban en algunos casos superior al normal.
A ello se ha sumado la sensible disminución observada en los precios de los commodities, haciendo que la capacidad de repago en muchos productores agrícolas se viera resentida, al igual que la gran riada producida durante el primer semestre, afectando a un porcentaje importante de nuestro hato ganadero enclavado en campos de nuestro bajo chaco.
Esta coyuntura hizo que los bancos se vieran obligados a renovar, refinanciar y/o reestructurar los prestamos desembolsados a dichos sectores, originándose incluso niveles de morosidad por encima de lo esperado, afectando a la "salud" de su portafolio de crédito, viéndose por ende ante la clasificación adversa de las deudas de los clientes en la necesidad de establecer previsiones, lo cual impactó dentro de la gestión económica de estas entidades (específicamente en los resultados netos acumulados) y del cual los créditos al segmento de consumo tampoco se han visto exentos.
Obviamente se tratan de riesgos que asumen todas estas entidades, pues forman parte de su estructura de negocios, pero que felizmente en el caso de las previsiones son reversibles en la medida en que vayan repagándose tanto el principal como los intereses devengados y que esperamos así como se presenta nuestra actividad económica actual, con un sector de la construcción en franco crecimiento, y una positiva recuperación en los precios de los productos commodities en el mercado internacional lo que haría que en el 2017 la situación pueda ser de nuevo positiva.
Si bien es cierto, los niveles globales de utilidades de los bancos este año probablemente estén por debajo en valores absolutos vs. el 2015 resulta totalmente razonable por los factores enunciados precedentemente.
Pero si algo es destacable dentro de la gestión de estas entidades es que todas ellas se han venido abocando en la creación y/o promoción de nuevos productos y servicios crediticios y no crediticios, coadyuvados fuertemente por un fuerte desarrollo y cobertura de la Banca Digital a nivel país y a la cual pueden acceder no solo las personas físicas, sino también los microempresarios, las Pymes y empresas corporativas dedicadas a diversos segmentos de negocios.
También es dable destacar la preocupación de los directivos de los bancos en ir fortaleciendo su estructura patrimonial en forma gradual pero consistente, como para poder tener el "colchón" necesario para hacer frente a estas coyunturas que desde luego no son descartables por lo que la proactividad de sus directivos es fundamental, lo cual constituye además de lo cuantitativo un aspecto destacable a la cual se han abocado todos los bancos en fortalecer las distintas posiciones que conforman el Gobierno Corporativo dentro de sus organizaciones.
Ojalá el 2017 nos encuentre con una macroeconomía que pueda ir permeando con mayor fuerza a la microeconomía y que tanto los sectores de consumo como corporativos puedan mostrar una mayor fortaleza, la que de hecho beneficiará a la gestión económica de estas entidades pues el "core" de sus negocios van orientados a todos estos segmentos.
El desarrollo de la Banca Digital sin duda cada vez se mostrará más extendido y diversificado geográficamente a los diversos sectores económicos, pues no cabe la menor duda que será la constante de este siglo XXI, y lo importante es que todas las entidades ya desde hace un tiempo vienen enfocándose a ful en brindar estos servicios a sus clientes, pues cada vez más el objetivo primario es llevar "el banco a las casas u oficinas de los clientes".