Hugo Tomás Ramirez, el docente universitario que fue condenado a 21 años de prisión por haber asesinado y descuartizado en el año 2002 a su pareja y alumna Mirtha Raquel Orué Hirakawa, fue beneficiado éste martes con la libertad condicional.
La medida fue autorizada por la jueza Yolanda Morel en base al cumplimiento de todos los requisitos por parte del condenado para la obtención del mencionado beneficio.
Al respecto, la jueza Morel indicó a medios de prensa que Hugo Tomás Ramírez ya cumplió con la dos tercera parte de la condena que le impusieron al comprobarse su culpabilidad en el horrendo y sonado crimen (14 años de los 21 establecidos).
La magistrada agregó que además el condenado demostró siempre buen comportamiento dentro del penal, hizo varios cursos de capacitación y además esta por culminar una segunda carrera universitaria, la de derecho, pues ya tiene el título de licenciado en economía. También fue sometido a pruebas sicológicas y siquiátricas, que demostraron la estabilidad emocional de Ramírez, otro requisito fundamental para otorgársele la medida antes citada.
Otro de los requisitos que se cumplieron es la certeza de que al salir de prisión Ramírez podrá volver a trabajar, pues el gerente de una empresa se presentó y dejó constancia de que lo contratará como asistente en el área administrativa.
En cuanto a las medidas que el condenado debe cumplir para que libertad condicional no le sea revocada, son la comparecencia mensual ante el juzgado, la realización de trabajos comunitarios y la prohibición de salir del paìs. El incumplimiento de cualquiera de estas dará facultad al juzgado de revocarle la libertad condicional y llevarlo de nuevo a la cárcel.
Un día de enero
El espeluznante caso se remonta al 27 de enero del 2002, cuando Hugo Ramírez asesinó a su alumna y entonces pareja sentimental Martha Orué, aparentemente porque ella se negó a continuar con la relación.
Pero no terminó todo ahí, pues tras asesinarle, Ramírez decidió cortar el cuerpo de Mirtha en varios pedazos y arrojarlos en diferentes sitios dentro del égido de la ciudad de Lambaré. El torso, los pies, brazos y piernas, fueron puestos en bolsas diferentes y arrojados en diferentes partes de la citada ciudad.