Michael Corkery

Un caso de abuso de información privilegiada contra el apostador deportivo de Las Vegas William T. Walters está en peligro de arruinarse, después de que se reveló que un agente federal filtró información confidencial a los periodistas.

En una audiencia que tuvo lugar el miércoles último, el juez en el caso arremetió contra un agente federal por su papel en las filtraciones a la prensa y, esencialmente, instruyó a los abogados de Walters para presentar una moción para desestimar el caso.

"Decir que me chocó sería una declaración precisa", dijo el juez P. Kevin Castel, del Tribunal Federal de Distrito, en Manhattan, acerca de las filtraciones.

Walters había sido acusado en mayo de este año de usar información privilegiada sobre acciones para ayudar a generar unos 40 millones de dólares en beneficios y evitar las pérdidas en uno de los más prominentes en este tipo de casos presentados por Preet Bharara, el abogado de los Estados Unidos para el Distrito Sur de Nueva York.

Una desestimación de la causa representaría un duro golpe a los esfuerzos de Bharara para revivir los enérgicos procesos contra el abuso de información privilegiada, dos años después de que un tribunal de apelaciones anulara las condenas de dos gestores de fondos de cobertura e impusiera límites estrictos a los fiscales.

El caso contra Walters ha sido afectado por las revelaciones de este mes que un agente especial del FBI filtró detalles de la investigación a periodistas en The Wall Street Journal y The New York Times dos años antes de que Walters fuera acusado.

Ese agente le dijo a los fiscales federales que era una "fuente importante de información confidencial" para los reporteros, quienes produjeron artículos sobre la investigación en el 2014.

El agente, que no ha sido identificado públicamente, enfrenta una investigación criminal por parte de la Oficina del Inspector General del Departamento de Justicia, dijeron los fiscales en la audiencia judicial del miércoles.

El abogado de Walters, Barry H. Berke, dijo que la motivación del agente al filtrar información fue lanzar el caso al público para ayudar a recomenzar una investigación que se había estancado.

Instó a las autoridades federales a investigar si el agente podría haber estado involucrado en fugas de prensa relacionadas con otros casos de abuso de información privilegiada.

"¿Alguien en la oficina del fiscal estadounidense se pregunta esto: '¿Tenemos agentes deshonestos?'", cuestionó Berke.

El colapso potencial del caso es un desarrollo preocupante para los medios de comunicación, los cuales se apoyan en el cultivo de fuentes dentro de las agencias de aplicación de la ley para ayudar a exponer las irregularidades. Un enjuiciamiento penal de un agente del FBI podría llevar a aquellos que trabajan en la aplicación de la ley a sentirse menos inclinados a trabajar con la prensa.

Trabajando fuera de Las Vegas, Walters es ampliamente considerado como uno de los apostadores deportivos más exitosos en el país. Ha sido ampliamente divulgado en revistas y en "60 minutos".

Las autoridades dijeron que los consejos ilegales sobre acciones de Thomas C. Davis, ex presidente de Dean Foods, ayudaron a Walters a generar millones de ganancias mientras evitaban pérdidas. Davis accedió a declararse culpable y a cooperar con la investigación.

La investigación tuvo destaque porque, en parte, también involucró al campeón golfista Phil Mickelson. Mickelson no fue acusado penalmente, pero la Securities and Exchange Commission (SEC) lo citó en un juicio contra Walters, diciendo que negociaba con acciones de Dean Foods por recomendación de Walters. Mickelson acordó a devolver casi US$ 1 millón en ganancias.

El agente especial reveló por primera vez información sobre el caso a los periodistas en The Times durante una cena en abril del 2013, cuando creyó que la "investigación estaba 'cajoneada'", según un documento judicial presentado por la oficina del fiscal de los Estados Unidos que detalló su investigación sobre las filtraciones.

Unos meses más tarde, dice el documento, discutió el caso con una reportera del Wall Street Journal durante un almuerzo y le pidió que "le dejara saber si ella encontraba información sobre Walters".

En mayo del 2014, el agente especial y otros representantes del FBI se reunieron con periodistas y un editor de The Journal.

El agente especial le dijo a los fiscales que el FBI estaba tratando en ese momento de persuadir a The Journal para que se detuviera en publicar un artículo y estuviera dispuesto a proporcionar ciertos detalles sobre la investigación. Otros funcionarios del FBI dijeron a los fiscales que la agencia no había compartido nada con el periódico.

Sin embargo, el FBI dijo a sus contactos en The Journal que el The Times estaba trabajando en su propia historia sobre el caso, disparando así la publicación de los primeros artículos sobre la investigación.

Al principio, el juez Castel dijo que estuvo escéptico cuando los abogados de Walters expresaron su preocupación porque las filtraciones podrían haber enturbiado la investigación.

Pero, al enterarse de los pasos que el agente especial había tomado para transmitir información a los reporteros –en numerosas llamadas telefónicas y reuniones durante almuerzos– el juez dijo que cambió de opinión. "No soy suficientemente cínico", dijo.

Un abogado del agente del FBI ha pedido que el juez mantenga el nombre de su cliente en secreto debido a "preocupaciones médicas". El juez Castel dijo que le había pedido al abogado que presentara "evidencia médica" al final del mes en cuanto a por qué la identidad del agente debe seguir siendo mantenida fuera del expediente judicial.

Si los cargos criminales contra Walters son desestimados, eso representaría otra increíble victorial legal para él. Walters ya enfrentó a la Justicia anteriormente –principalmente en casos relacionados a las apuestas– aunque nunca resultó condenado.

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