Santiago, Chile | AFP |

Un grupo de represores de la dictadura de Augusto Pinochet pidieron este viernes por primera vez perdón por sus crímenes, un gesto duramente rechazado por familiares de las víctimas que calificaron esa medida de "show mediático" con el que buscan una amnistía.

En el marco de una celebración religiosa en el penal de Punta Peuco, una cárcel especial en la que cumplen condenas un centenar de agentes de la dictadura, nueve de los internos, entre ellos Raúl Iturriaga, uno de los jerarcas de la temida policía política del régimen, pidieron perdón por sus crímenes.

"Dios está haciendo algo extraordinario en este país. Esto no había podido ser posible hasta hace poco", dijo a periodistas el pastor anglicano Pablo Alvarez al final de la ceremonia, a la que no tuvo acceso la prensa.

En las afueras del penal, en tanto, unos 50 familiares de víctimas de la dictadura se apostaron desde temprano para expresar su rechazo a la ceremonia, que calificaron de "show mediático" destinado a conseguir una rebaja de sus condenas o una amnistía, por la avanzada edad que tiene la mayoría de ellos.

"Tenemos el derecho y la moral de estar aquí para no permitir este show mediático", dijo Alicia Lira, de la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos. "Nadie de los que escuché pidió que se le rebajara la pena o se le diera la amnistía", afirmó por su parte el sacerdote católico Fernando Montes, también presente en la ceremonia.

En Chile rige una amnistía para todos los crímenes políticos cometidos entre 1973 y 1975, pero en los casos de secuestros o desapariciones forzadas muchos jueces no la aplican por estimar que se trata de un "delito permanente".

La justicia internacional también considera imprescriptibles los crímenes de lesa humanidad. Las agrupaciones de víctimas afirman que solo un 5% de los casos ha logrado ser resuelto.

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