Alexandra Stevenson

Durante años, el poco conocido fondo de cobertura de Nueva York Platinum Partners se destacó por los rendimientos de inversión de dos dígitos, rendimientos estos que rivalizaban con algunos de los nombres más grandes de la industria. Resultó que esos retornos eran demasiado buenos para ser verdad, según los fiscales federales.

Los agentes federales arrestaron a Mark Nordlicht, fundador y director de inversiones de Platinum, y a otros seis por cargos relacionados con un fraude de mil millones de dólares. Ellos llevaron a la firma a operar "como un esquema Ponzi", dijeron los fiscales. Es uno de los mayores casos de fraude desde que se descubrió lo ocurrido con la firma de inversión de Bernard L. Madoff, en el 2008.

David Levy, cojefe de inversiones de la firma, también estaba entre los arrestados en Texas, Manhattan y New Rochelle, un suburbio de la ciudad de Nueva York.

Los hombres fueron acusados de fraude de valores y fraude de consultor de inversiones, según una acusación abierta presentada en el Tribunal Federal del Distrito de Brooklyn. La SEC (Securities and Exchange Commission) presentó un caso civil paralelo.

Platinum pidió a familias prominentes y fundaciones dentro de la comunidad judía ortodoxa en Nueva York para financiar elevadas y arriesgadas inversiones en prestamistas de día de pago (usureros, cobran hasta 400% por préstamos a dos semanas), compañías petroleras e incluso enfermos terminales.

Pero los fiscales dijeron que estas inversiones y el desempeño de la firma fueron tergiversados por sus ejecutivos. En última instancia, Platinum consiguió dinero fresco para pagar a los inversionistas de larga data que querían recuperar su dinero, algo que los ejecutivos de la firma llamaron entre ellos "la hora del Ave María".

"A medida que los inversionistas buscaban rescatar su dinero, los demandados se involucraron en numerosas medidas impropias en un intento de cumplir con las solicitudes de reembolso, incluyendo la toma de préstamos a altas tasas de interés, combinando fondos entre fondos y recaudando dinero de nuevos inversionistas mediante declaraciones fraudulentas", dijo Andrew J. Ceresney, el director de la división de cumplimiento de la SEC.

Ubicado a pocas cuadras de Central Park, Platinum, fundado en el 2003, hizo mucho ruido desde el principio con algunas de sus inversiones. En una apuesta, la firma trató de beneficiarse de la muerte de pacientes terminales, invirtiendo en pagos variables de seguros. Como parte del plan, un rabino de Los Ángeles buscaba a pacientes de hospicios para obtener sus datos personales que podrían utilizarse para comprar pagos de seguro en sus nombres.

Una empresa que Platinum creó para realizar esas inversiones fue multada por la SEC en enero del 2015.

"Definitivamente estábamos explotando una laguna legal, pero fue examinada por un abogado", dijo Nordlicht en una entrevista con Bloomberg más tarde ese año. En otras apuestas, Platinum engañó tanto a los inversores como a los auditores, a veces descaradamente. En diciembre del 2012, por ejemplo, los ejecutivos falsificaron ante los auditores el valor de Black Elk Energy, una compañía de petróleo y gas controlada por Platinum, valorándola en US$ 283 millones, dijeron los fiscales.

De hecho, se produjo una explosión en una plataforma de Black Elk en el Golfo de México el mes anterior que había causado la muerte de tres trabajadores, así como lesiones a otros empleados y un derrame de petróleo. Black Elk ya no existe.

Jeffrey Shulse, que trabajó en Black Elk y es nombrado en la acusación del gobierno, negó los cargos. "La acusación de Shulse es un claro caso de exceso", dijo F. Andino Reynal, abogado de Shulse, agregando que su cliente estaba "seguro de que una vez que un jurado haya tenido la oportunidad de escuchar todos los hechos, lo exonerará de cualquier falta".

Los abogados de los acusados Nordlicht, Daniel Small, Uri Landesman, Joseph Mann y Joseph San Filippo no respondieron a una solicitud de comentario. Michael Sommer, un abogado de Levy, dijo que esperaba "limpiar el buen nombre de David Levy".

Recientemente, en marzo, Platinum tenía US$ 1.700 millones de dinero de inversionistas, como constaba en una declaración regulatoria de ese mes. Durante años reportó un buen desempeño, con rendimiento promedio anual del 17%. El año pasado, Platinum dijo que obtuvo ganancias del 8 por ciento, un buen desempeño en un año cuando el fondo de cobertura promedio perdió 0,85%, según el Hedge Fund Research Composite Index, un indicador del desempeño de la industria.

Platinum comenzó a tener problemas para obtener dinero de los inversores cuando algunas de sus oscuras inversiones comenzaron a perderse, de acuerdo con los fiscales. Desde el 2013 al 2016, la firma no pudo cubrir las pérdidas en ciertos fondos, ni las solicitudes de los inversores de retirar dinero, por lo que comenzó a mover efectivo entre fondos en lo que Nordlicht llamó un "gran guiso", dijo la acusación.

Las cosas parecían llegar a un pico de la crisis en junio del 2014, dijeron los fiscales. "No puedo continuar así o prácticamente habrá que declararse en quiebra ... este código es rojo", escribió Nordlicht a Landesman, director gerente de Platinum, en ese momento.

Además, los inversionistas permanecían en la más completa oscuridad acerca de la posición de la precaria liquidez de la empresa. Un mes más tarde, cuando un inversionista le envió un correo electrónico para preguntar sobre la fiabilidad de las cifras de rendimiento de Platinum, Landesman respondió: "Los números son declaraciones legales, han recibido información verbal cada mes".

Los inversores se pusieron inquietos. Para marzo del 2015, el monto total que se solicitó para retirar de la firma excedía US$ 83 millones. Eventualmente, los ejecutivos decidieron pagar algo antes que otros, dijeron los fiscales.

"Platinum Partners pretendía ser un estandarte en la industria de fondos de cobertura", dijo Robert L. Capers, abogado de los Estados Unidos para el Distrito Este de Nueva York.

"En realidad, sus retornos fueron el resultado de la sobrevaloración de sus mayores activos". Esta inflación llevó a Nordlicht y otros a operar Platinum como un esquema Ponzi, donde utilizaron préstamos y nuevos fondos del inversionista para pagar a inversionistas existentes", agregó Capers.

Los arrestos del lunes fueron parte de una investigación entre varias agencias gubernamentales, incluyendo el FBI y el Servicio de Inspección Postal de los Estados Unidos. En junio, Murray Huberfeld, ex ejecutivo de Platinum, fue arrestado. Se ha declarado no culpable de conspiración y fraude electrónico.

Poco después del arresto de Huberfeld, agentes del FBI y del Servicio de Inspección Postal allanaron las oficinas de Platinum en Nueva York. Frente a la creciente presión de los investigadores federales, así como una investigación de la SEC, Platinum liquidó su principal fondo de cobertura.

Para algunos en Platinum, ya existía una percepción a finales del año pasado de que los investigadores del gobierno se cernían sobre la firma. En un intercambio de correo electrónico, Nordlicht, Landesman y un socio principal sin nombre en Platinum discutieron huir a Israel, según los fiscales.

"No olvide los libros", escribió el socio sin nombre. "Asumamos que no vamos a volver a ny (Nueva York)".

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