POR ÓSCAR GAVILÁN
Tal vez los directivos no estuvieron acertados en la elección de entrenadores que pasaron por la entidad, pero los jugadores defendieron con mucho amor la casaca roja de Zeballos Cué.
En este último examen quedó pendiente la falta de efectividad ante la portería rival, Franco, Leguizamón, el chico Óscar Bogado, se perdieron magníficas ocasiones para convertir, pero carecieron de claridad y sentenciaron el descenso del conjunto rojo.
El Matarife, que realizó un gran esfuerzo para ascender, de esta manera retorna a la Intermedia, en donde los directivos tendrán suficiente tiempo para reflexionar, sobre todo corregir los errores cometidos.
En cuanto al desarrollo del juego, Salcedo con golpe de cabeza desniveló el marcador en la etapa inicial a escasos 18 minutos. Libertad jugó con mucho entusiasmo, mientras que al General le traicionó la ansiedad, y el nerviosismo se apoderó de los jugadores, que se retiraron con lágrimas en los ojos de Tuyucuá.