Ginebra, Suiza. AFP.

La ONU reiteró ayer jueves su llamado al cese al fuego inmediato en la ciudad siria de Alepo, donde varios centenares de niños enfermos o heridos esperan ser evacuados de la zona de combates. "Es necesario que haya una tregua", reclamó Jan Egeland, jefe del grupo de trabajo sobre la ayuda humanitaria en Siria, en una conferencia de prensa en Ginebra. "Actualmente, quienes tratan (...) de huir quedan atrapados entre tiroteos o bombardeos y se arriesgan a ser objeto de francotiradores aislados", dijo. Subrayó que "varios centenares de niños, enfermos o heridos (...) deben salir" de los barrios del este de Alepo, controlados por la oposición pero cercados por el ejército leal al régimen de Damasco. En una reunión el jueves en Ginebra, el grupo de trabajo fue informado que entre 100 y 500 niños necesitan evacuación médica, precisó.

Los rusos, que apoyan a Damasco, y los estadounidenses, que apoyan por su lado a la oposición al presidente sirio Bashar al Asad, no lograron ponerse de acuerdo sobre una solución para Alepo.

Las fuerzas del régimen sirio, apoyadas por combatientes extranjeros, atacaban ayer los últimos barrios controlados por los rebeldes. La conquista de la segunda ciudad de Siria representaría "un giro en la guerra", según el presidente Asad.

Jan Egeland, jefe del grupo de trabajo de ONU, en Siria, indicó que el gobierno sirio había autorizado por primera vez a la ONU a penetrar en la parte asediada de Alepo. Sin embargo, consideró que tal operación era imposible sin un cese de hostilidades.

Cerca de 150 civiles, la mayoría enfermos, heridos o con discapacidad, fueron evacuados en la noche del miércoles de un centro médico en la ciudad vieja de Alepo, retomada por el ejército sirio, anunció el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR). La operación de evacuación se produjo en colaboración con la Media Luna Roja siria, pocas horas después de que el régimen anunciara que había arrebatado a los rebeldes esta parte de la ciudad, centro histórico de Alepo.

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