© The New York Times 2016
Stripe Inc., emprendimiento que ofrece software y servicios para que los negocios procesen los pagos, recabó una ronda más de financiamiento privado, con lo que la evaluación de la compañía se colocó en casi 9.200 millones de dólares, según inversionistas de la empresa.
Esta evaluación es casi el doble de lo que valía Stripe hace casi año y medio. La compañía, con sede en San Francisco, está viviendo una rápida expansión.
Cuando los hermanos irlandeses John y Patrick Collison fundaron Stripe en el 2010, la empresa se propuso ayudar a los negocios a aceptar pagos rápida y fácilmente de cualquier persona, desde cualquier lugar del mundo. Stripe ayuda a compañías como Twitter, Salesforce.com, Lyft y Target a procesar pagos hechos mediante tarjeta de crédito, así como instrumentos nuevos como Apple Pay, Android Pay, Alipay e incluso Bitcoin.
La última vez que recaudó dinero fue en el 2015, cuando los productos de la empresa eran utilizados en decenas de países y los inversionistas pensaron que el negocio valía 5.000 millones de dólares. Ahora, los productos de la empresa se utilizan en más de cien países.
La última ronda de financiamiento se cerró el 23 de noviembre. Fue dirigida por CapitalG, firma de inversión que es parte de Alphabet, la compañía matriz de Google, así como por General Catalyst Partners, inversionista de Snap Inc., que está preparándose para una oferta pública inicial. Un inversionista anterior, Sequoia Capital, también participó en la ronda de financiamiento.
Además del procesamiento de pagos, Stripe ofrece un producto de prevención de fraude en pagos y un juego de herramientas llamado Stripe Atlas, que permite que empresarios de cualquier parte del mundo registren su empresa como compañías estadounidenses, con una cuenta de banco en Estados Unidos, las herramientas de pago Stripe y servicios básicos jurídicos, fiscales y de computación por parte de la empresa contable PricewaterhouseCoopers, el bufete de abogados Orrick, Herrington & Sutcliffe y Amazon Web Services. Atlas reduce el tiempo que se necesita para establecer una empresa de meses a días.