Viena, Austria. AFP.

Los dos rivales en las presidenciales austríacas del domingo, han endurecido el tono para movilizar a los votantes en un duelo electoral muy seguido en Europa entre un candidato de ultraderecha y un ecologista liberal. El último mitin de Alexander Van der Bellen, antiguo jefe de los Verdes, empezó el viernes por la noche en un barrio de Viena entonando estribillos y acabó en un tono solemne.

Más allá de la elección al cargo, bastante protocolario, el jefe de Estado austríaco se juega el domingo "la dirección que tomará Austria (...) cómo vemos nuestro futuro (...) y cómo queremos que nos vea el mundo", dijo el economista de 72 años a sus seguidores.

Alexander Van der Bellen, que se presenta bajo el estandarte de independiente, quiere ser un presidente del centro porque está convencido de que "no se resuelven los problemas mediante los extremos y el flirteo con el radicalismo".

"¿Queremos que Austria siga siendo un miembro importante de Europa?", preguntó al público. "Sí", le contestaron. "También soy europeo", afirmó un poco antes, Norbert Hofer, su adversario del Partido de la Libertad de Austria (FPÖ), fundado por antiguos nazis. Para Hofer, "Europa atraviesa una crisis profunda" que debe resolverse concentrando menos poderes supranacionales en Bruselas.

"Hay que deshacerse del sistema polvoriento", exhortó el vicepresidente del parlamento austríaco, de 45 años. Su partido aplaudió en junio el voto de los británicos a favor de una salida de la Unión Europea y recientemente la elección de Donald Trump como presidente de los Estados Unidos, una victoria contra "el establishment desfasado y connivente", según el líder del FPÖ Heinz-Christian Strache.

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