La llegada de la festividad de la Virgen de Caacupé motiva como todos los años el fervor mariano en los cristianos católicos, quienes tienen a María como un ejemplo de vida, servicio y entrega a los demás, un modelo digno de seguir, ya que la consideran la más grande misionera de todos los tiempos.

Ana Fleitas, de 32 años, es una joven que hace ocho años se unió a las Misiones Universitarias Católicas, del Movimiento Apostólico de Schoenstatt. Si bien en la adolescencia veía la imagen de la Matter en su casa y a su mamá rezando el rosario, ya que pasaban por un momento difícil de familia, nunca se involucró en el culto.

Años más tarde, estando en la universidad, aceptó la tercera invitación que le hizo una amiga, quien la llevó a misionar durante la Semana Santa del 2009. Ella aseguró que María la tomó de las manos para darle a conocer a su hijo. "Ella es nuestra mamá y es la gran misionera y siempre va a obrar milagros en la vida de todas las personas que le digan que sí. Yo hago práctico en mi vida sus enseñanzas", sostuvo con una enorme sonrisa de satisfacción.

Una de las cosas más impactantes que le sucedió durante esa misión es que, al llegar a una casa que parecía abandonada, en Cerro León, Paraguarí, casi no entran, pero a insistencia de Ana, golpearon y encontraron a doña Petrona, una anciana ciega y postrada, que vivía de la caridad de los vecinos. Según Ana, doña Petrona solo esperaba la visita de la Virgen, antes de morir, ya que deseaba descansar.

Ana Fleitas cuenta su experiencia de vida como misionera. Afirma que tuvo una transformación desde que sigue a María.FOTO: PÁNFILO LEGUIZAMÓN.[/caption]

"Ella recibe la imagen, hace como que le mira (estaba ciega), le da un beso y dice 'hace tiempo te estaba esperando, ahora puedo morir en paz'. Nosotros no le dijimos que era la imagen de la Virgen, pero ella supo de la presencia de su Madre", aseguró.

Ana aseguró que a partir de allí comenzó su proceso de conversión, a través de la Virgen, por lo que se puso a disposición de la Matter Schoenstatt. "Me comprometí 100% con el movimiento, porque encontré la misión que debía hacer", manifestó.

Sostuvo que su testimonio la lleva a decir que las personas que se entregan a la Virgen, son conducidas hacia Dios y obra milagros. "No solo te ayuda a vos, sino a los demás. Ella es la gran misionera que impulsa la transformación de los corazones",

ratificó al indicar que hasta a la hora de formar una familia, la Virgen fue quien movió los hilos para unirse a su marido, quien también es un misionero schoenstatiano.

Etiquetas: #Caacupé 2016

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