Por Ireneo Acosta Romero
Las ganas que pusieron en el segundo tiempo los aborígenes no alcanzaron al mejor trabajo táctico colectivo del rival, porque los dirigidos por Eduardo Villalba hicieron una tarea encomiable en busca de conseguir la victoria que al final lo lograron.
Guaraní se metió mucho atrás porque su rival no le dejó salir desde su área, complicando las pelotas que tenía el golero Aguilar.
Con pocas jugadas de gol a favor, el Aborigen encontró el tanto para abrir el marcador por conducto de Camacho, de tiro penal. La falta (mano) fue de Cardozo que Díaz de Vivar pitó. Con esa diferencia a favor, Guaraní ya no fue agresivo y se conformó con muy poco. Libertad insistió más en busca del empate que llegó en los tramos finales cuando Palau se equivocó en la salida y Cardozo mandó el centro que Salcedo conectó y marcó el empate.
En todo momento jugó mejor el gumarelo, porque los nervios se apoderaron de los rivales. Camacho ni López ya no pesaron adelante y García fue desordenado. Ni Palau ni de la Cruz tampoco tuvieron un alto rendimiento.
Los avances del gumarelo casi siempre fueron por la derecha del ataque donde Bareiro cuando quiso superó a Aranda, su marcador, tanto por arriba como por abajo.
Del desorden táctico y las fallas defensivas del Aborigen llegó el tercer gol albinegro para sellar un triunfo sin discusión. Jugada entre Pérez y Santacruz que habilita a Recalde para definir con clase en una jugada magistral. El torneo se presenta más emocionante, con Guaraní como líder y a solo dos puntos atrás, Olimpia que mantienen sus esperanzas, con Libertad que sigue sumando.