Por Christian Pérez
Quizás en cualquier otro campeonato, esta campaña le hubiese bastado a Olimpia liderar la tabla, pero en éste le tocó competir con el excepcional Guaraní que destroza rivales fecha por fecha.
En el clásico, los de Jubero se pasearon sustentados en un inspirado "Willy" Mendieta y el ímpetu de Richard Ortiz. Ya mostró debilidades, pero el triunfo forzó una falsa imagen que confundió no solo al público, sino también a Jubero.
El "Míster" se jugó prácticamente por el mismo once y posicionalmente no varió. Sorprendió de nuevo con Richard Ortiz como lateral zurdo y Rodi Ferreira de extremo por derecha. El primero no fue ni sombra de aquel hombre del clásico y el juvenil fue "aplastado" por el "machetero" Recalde.
El Franjeado fue peligroso ayer cuando lograba conectar la sociedad Mendieta-Benítez, aunque fue Julián el que sacó la cara por el equipo. "Willy" fue devorado por el juvenil Paredes, una clave de Farrar. En la previa era imposible que el solense gane en el duelo, pero no le dejó respirar al "10".
Arriba, Olimpia careció de fuerza y Roque, que intentó tener algo de movilidad, fue absorbido por la impecable dupla defensiva solense: Velázquez-Arrúa.
Sol jugó al ritmo que quería Cristian Sosa y tuvo la virtud del traslado rápido de defensa a ataque. Aún no encuentra la mejor versión de sus delanteros, pero va recobrando confianza.
Una poesía de Julián Benítez aventajó al escolta en la complementaria, pero los cambios exactos de Farrar, en los momentos ideales, revivieron a Sol, que con dos contragolpes perfectos de Sosa remontó con un gol de "Pinti" Álvarez y otro de Ariel Estigarribia, hombre de recambio.