Por Jazmín Gayozo

Gloria Álvarez y Axel Kaiser formaron parte del jurado en la competencia Jóvenes Sobresalientes por la Libertad, programa de entrenamiento de la fundación Issos. También presentaron su libro "Engaño populista" y en esta entrevista explican, entre otros puntos, cómo el populismo fue evolucionando con el tiempo, así como los factores negativos que trae consigo.

¿Cómo se diferencia el populismo de lo que es una atención genuina a los problemas de la gente?

Gloria Álvarez (GA): El populista divide a la sociedad con odios, crea un grupo que es el antipueblo, que es el explotador, que es el que está abusando del pueblo, que el pueblo es bondadoso y está lleno de todas las virtudes que hay en una sociedad. Es muy habilidoso el populista en ese aspecto, porque nunca nos dice con nombre y apellido quiénes son pueblo y quiénes son antipueblo.

También cuando escuches por ejemplo: en Argentina, gorilas; en Ecuador, pelucones; Venezuela, los escuálidos; Cuba, los gusanos; incluso toman palabras peyorativas para llamarle a este grupo versus el pueblo, tú ya puedes estar segura que por ahí hay mecanismos de manipulación populista.

Axel Kaiser (AK): Cada vez son distintos los elementos que confluyen para hablar de populismo. Cada vez que se hace una promesa a sabiendas de que es insostenible, que no es financiable, se hace en el marco de una retórica reivindicativa de los derechos populares versus una élite que supuestamente abusa y esto a su vez se replica de manera sistemática, estamos frente a un engaño populista. El populismo es prometer cosas que no se pueden cumplir, pero cosas que son de tal envergadura, que si se las cumple, terminan arruinando el país que estaba prometiendo.

¿Cómo hacer para que la ciudadanía sea más resistente al populismo?–GA: La ciudadanía tiene que hacer uso de las herramientas que tiene al alcance para realmente entender cómo funciona la economía y no te estoy hablando de la ciudadanía que está luchando por el pan día a día.

Estoy hablando de las élites de un país, la élite académica, deportiva, intelectual, cultural, artística, familiar, social, religiosa. Si tú tienes élites que están promulgando las ideas que ha llevado a la humanidad a la miseria y al genocidio, las grandes masas se van a guiar por eso. Entonces aquí el llamado de atención o la jalada de orejas, dicho de esa manera es a los empresarios que se meten en la cama con gobiernos populistas con tal de que a corto plazo no les quiten el negocio, a las élites religiosas que dicen disparates como esto.

AK: Es muy difícil. Tienes que tener élites responsables que transmitan las ideas correctas. Porque esto es un tema de la mentalidad y de las ideas y de cuando las ideas apuntan en la dirección de la responsabilidad individual de salir adelante con tu propio esfuerzo, o de exigirle a los gobernantes que no sean corruptos, que mantengan las cosas dentro de un límite razonable; entonces ahí tienes más esperanzas.

Pero si las ideas son que los estados se tienen que hacer cargo de tu vida, que los políticos son los salvadores, que tú no tienes que esforzarte, esas son las ideas que están predominando y hay una lucha de clases y que el caudillo te va a reivindicar, entonces estamos en problemas. Eso es lo que plantean las doctrinas socialistas en América Latina que han sido predominantes, y si no cambia esa mentalidad que se ha esparcido en todas partes no tienes ninguna opción de salir de este pantano.

¿Qué opina que las internas de los grandes partidos políticos estén causando grandes divisiones?

GA: Las internas son un mecanismo muy útil siempre y cuando el partido político ostente una ideología clara, por ejemplo: si es un partido que defiende las ideas de libre mercado y que están enfocados en una idea de que el gobierno debe ser limitado, que la libertad de mercado es lo que hay que defender, me parece que las internas son un ejercicio muy positivo para confrontar a los que adentro de ese partido quieran liderarlo para las próximas elecciones, que haya un debate, que se escoja al que es mejor.

AK: Todos los partidos están en una actividad por su naturaleza conflictiva, que es la política, y no permite una situación de armonía sostenible en el tiempo. Lo que sí es necesario es que los partidos más importantes de un país mantengan una renovación suficientemente profunda como para no cosechar el hartazgo de bases populares y no terminar dándole en bandeja la presidencia o el poder al populista, porque muchas veces el populista surge por hartazgo de las élites tradicionales, con la decepción que son todos unos corruptos. Eso tiene mucho que ver con el liderazgo, la confianza en el partido. Porque el que tiene el poder no quiere soltarlo.

¿Es admisible el mandato desde un partido hacia sus legisladores?

GA: Yo creo que el mandato de un partido deben ser las ideas y principios, no una figura personalista, no una que diga que no van a poder hacer esto. El mandato que se rige es la concepción de un partido, las reglas claras de lo que ese partido defiende.

AK: Esa es una discusión que se da mucho, la verdad es que los partidos en general tienen la función de representar cierta posición de manera unida, es por eso que son partidos, sino se puede estar independiente o se puede estar otro lado. En general dentro del partido tiene que haber espacio para la disidencia dentro de un partido también, de lo contrario se vuelve en una estructura monolítica.

Dejanos tu comentario