• Por Ireneo Acosta Romero
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Hay que decir que nos hemos acostumbrado a estar con la selección en mundiales, esta vez ni me quiero imaginar, pero debemos comenzar a pensar que la bandera tricolor no flameará en Rusia entre los participantes.

Después que se pensó y hasta se creyó que iba a ser el mejor combo para sumar los seis puntos y acercarse a los puestos de clasificación, resultó ser la peor serie de los partidos jugados en las Eliminatorias de la Copa del Mundo Rusia 2018.

Al no cosechar ningún punto y los rivales directos se alejan de la Albirroja, la situación se complica. Ahora mucho más de lo que estábamos antes de jugarse estos dos últimos encuentros frente a Perú y Bolivia.

Por el fútbol desplegado en el segundo compromiso, donde el rival no fue solamente el equipo de Hoyos, se puede colegir que el material elegido fue el acorde con lo que se tenía dentro del plantel y la elección de todo ello fue responsabilidad única y exclusivamente del entrenador Francisco Arce, así como fue en el partido ante los incaicos.

Más allá de todo lo acontecido, la realidad nos cuenta que Rusia 2018 está cada vez más lejos, porque de ahora en adelante hay que jugar con la calculadora en mano y ante rivales que te exigen el doble de lo demostrado por el equipo, tanto de local como de visitante.

Los errores cometidos siempre te enseñan a no seguir haciendo lo mismo, por lo que seguir pensando que se puede soñar con llegar al quinto puesto al menos es por ahora una realidad muy lejana.

NO LE IMPONDRÁN

Mencionar nombres de jugadores que deben estar o no en cada convocatoria queda a criterio del cuerpo técnico que trabaja con "Chiqui" Arce. Eso es y será siempre así. A él no le van a imponer que llame a tal o cual jugador, por ser amigo y "ta'yra" de algún dirigente. No, eso no pasa con él, ni va a pasar.

Además, cuando eligió a los titulares en cada partido, los errores no fueron cometidos por el técnico. Él no se equivocó ni dudó en sacar la pelota como lo hizo Moreira para el segundo gol de los peruanos en el Defensores del Chaco. Después es cierto, llegaron más errores de jugadores de los que no se podía esperar, pero ocurrieron y es por eso que Perú nos pintó la cara y la humillación al caer de local ante un rival que está por debajo de Paraguay en la tabla de posiciones.

En la altura de La Paz, se corrió mejor que en otras presentaciones de la Albirroja, pero se desperdiciaron ocasiones claras de gol que pudieron haber marcado la diferencia a favor de Paraguay. Atrás quedó el resultado en sí. La derrota nos alejó mucho más de una nueva participación en otro Mundial.

Hay que decir que nos hemos acostumbrado a estar con la selección en mundiales, esta vez ni me quiero imaginar, pero debemos comenzar a pensar que la bandera tricolor no flameará en Rusia entre los participantes.

Matemáticamente hay chances, pero futbolísticamente debemos mejorar en: No cometer errores al seleccionar valores; aprovechar al máximo las ocasiones de gol que se crean y sobre todo, sumar los puntos de local, hecho que estamos obligados a hacerlo.

El año que viene terminarán las eliminatorias. Quedan seis fechas decisivas donde se tendrán que sumar en tres partidos de local y tres de visita. La calculadora hará lo suyo, pero también "Chiqui" Arce deberá comenzar a pensar en jugadores jóvenes, capaces de levantar al equipo. Para ser líder, hay gente.

Gracias a Roque Santa Cruz, quien tuvo la peor despedida en la Albirroja. Detrás de él, en marzo ya no estarán otros que acostumbraron en los últimos años para bien o para mal. De todos modos, el sueño continuará vigente para volver a otro Mundial, pero debemos comenzar a creer que seguiremos abriendo botellas de vodka, solamente en este bendito país.

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