La estatal brasileña Petrobras anunció una pérdida de casi 5.000 millones de dólares en el tercer trimestre, debido a una depreciación contable extraordinaria que volvió a teñir de rojo su balance tras un breve respiro en el trimestre anterior.
Petrobras reportó un perjuicio neto de 16.500 millones de reales (US$ 4.910 millones) en el período julio-setiembre, que obedecieron casi en su totalidad a una revaluación de activos vinculada a la apreciación del real y al empleo de una mayor tasa de descuento para medirlos.
En el período julio-setiembre del 2015, Petrobras había perdido más de 1.000 millones de dólares. La mayor empresa de Brasil, envuelta en un monumental escándalo de corrupción, había logrado salir del rojo en el segundo trimestre con una modesta ganancia de unos US$ 106 millones, tras una serie de tres trimestres con pérdidas.
Los ajustes contables realizados en el tercer trimestre del 2016 incluyeron revisiones del precio del barril de Brent, la tasa de cambio a largo plazo y la cartera de inversiones.
También fueron contempladas "previsiones para gastos en acuerdos de acciones individuales contra Petrobras en Nueva York", parte de las medidas ligadas a la monumental red de desvíos de fondos públicos hacia la política que hundió a la petrolera en los últimos dos años y medio.
Intentando reconstruirse tras el duro golpe sufrido con la revelación de la trama política-empresarial que le costó perder más de US$ 2.000 millones en su balance 2014, la petrolera anunció en setiembre un "plan estratégico" quinquenal con un recorte de 25% de sus proyectos de inversiones para el período 2017-2021.