Omar Jara. Agencia Regional.

A la mañanita y a la tardecita la gente no puede transitar por un camino vecinal que pasa por frente a sus casas a lo largo de unos 8 kilómetros, porque a esas horas un señor de nombre Sinforiano Villalba, según las quejas de los vecinos, traslada unas 50 a 60 vacas desde su casa hasta un campo de pastaje.

Nadie, ni siquiera los niños, adolescentes y jóvenes que van a la escuela y colegios pueden transitar por esa calle ante el peligro de ser atropellados y hasta corneados por los vacunos, indicaron los lugareños. Además, la calle se ha deteriorado a consecuencia del constante paso de los bovinos.

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Los afectados con este insólito caso son vecinos del barrio San Miguel, Valle'i de Yhú, quienes indicaron que el pintoresco ganadero alega "que no hay otra calle por donde pueda trasladar sus vacas, pero en el plano del distrito figura otra calle de unos 20 metros de ancho, que podría utilizar para eso, pero esa calle fue cerrada por el mismo Sinforiano Villalba, quien la destinó para potrero de sus terneros".

La profesora Agripina Aquino, una de las vecinas, señaló que ya recurrieron al intendente Arturo Rey Jara, a quien pidieron hacer cumplir la ordenanza que prohíbe la circulación y permanencia de reses en la vía pública, pero este hizo caso omiso al pedido.

Agregó que "repudiamos también la actitud del juez César Narváez, de Coronel Oviedo, quien dio un amparo constitucional al señor Villalba (para que siga movilizando sus vacas por las calles) sin interiorizarse del caso. Explicó que la tropa, en su viaje hacia el campo de pastaje, también cruza varias compañías y dos rutas asfaltadas".

MINTIÓ POR ASADO

"En una ocasión los afectados repudiamos a las vacas mientras pasaban, explotamos bombas 3x3 en nuestros patios y los hijos del señor Villalba llamaron a la Policía y vino el jefe de comisaría, Óscar Fretes, quien ordenó a sus subalternos que hagan constar en acta que estábamos con revólveres, escopetas y bombas molotov.

Este comisario frecuenta la casa del señor Villalba para comer asado. Por esa mentira del comisario, el fiscal Rolando Rivas Rojas abrió una causa en nuestra contra y caratuló el hecho como coacción y coacción grave", concluyó Agripina Aquino.

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