Por Luis Eduardo Sánchez
Proyecto F1
Esta fue de esas carreras en las que el lunes te empezás a discutir con tus primos y tíos en grupo del Whatsapp, porque cada uno tiene su punto de vista con respecto si la FIA es amiga de tal o cual equipo o tal o cual piloto, y si las sanciones deben ser para fulano. Eso nos dejó México con un podio de Mercedes y un tercer puesto de Verstappen, digo Vettel, pero no, al final fue de Ricciardo.
La carrera del fin de semana tuvo dos partes claves y una demasiado conservadora. El inicio y final de carrera fueron los picos importantes de euforia que hicieron que los más de 360.000 fans que participaron el fin de semana en el Autódromo Hermanos Rodríguez disfrutaran al máximo, además de algunas batallas de sus pilotos mexicanos Checo Pérez y Esteban Gutiérrez, quienes no pudieron mostrar mucho ante su público.
La primera curva después de la largada ya dio sus primeras polémicas al cruzar por el césped Lewis Hamilton (que yo creo, sino me equivoco, se comió la curva. ¿qué iba a hacer?) y el duelo entre Rosberg y Verstappen en el mismo lugar, sacó al piloto alemán por un toque con el de Red Bull, pero sin inconvenientes para ninguno. Incidentes de carrera que le dicen.
Pascal Wehrlein protagonizó un accidente donde justamente fue tocado por el mexicano Gutiérrez en la salida, lo que provocó una temprana salida del safety Car y el DNF del piloto de la escudería Manor.
Todo el tramo medio de la carrera, la verdad fue bastante aburrida, ya que la mayoría de pilotos optaron por utilizar ruedas intermedias, que para ese circuito prácticamente son duras y se puede correr toda la carrera con ellas. Detalle para el año que viene con Pirelli para darle más emoción a ese circuito. No había mucha estrategia que desarrollar.
En ese lapso solo se pudo ver un par de batallas donde un desesperado Checo Pérez intentaba pasar a los Williams, primero a Massa y después con Bottas.
Ahora bien, el final de carrera hizo vibrar a todo el mundo, Vettel cada vez más cerca de Verstappen atacando una y otra vez en las últimas vueltas, y en esa misma primera curva, en un intento de pasar el de Ferrari al de Red Bull, el último cruza por completo la curva por el césped, lo que indica que debe dejar pasar al del equipo rojo, pero no fue así.
Verstappen se empecinó en no hacer caso a nadie, ni su propio equipo, ni a los comisarios para que deje pasar a Vettel al tercer puesto. El piloto alemán empieza a desesperarse y a literalmente maldecir al director de carrera Charlie Whiting por radio. Y por si no fuera poco, Daniel Ricciardo, quien tenía mucha más velocidad se acerca y ataca al de Ferrari dando una de las imágenes de la carrera en el sandwich de Red Bull a Ferrari. (¿Juego de equipo?).
El piloto holandés llega tercero, Vettel llega 4to. indignado y le muestra el dedito al de Red Bull, quien ya iba al podio, cuando la FIA (suprema velocidad esta vez en la sanción) decide penalizar con 5 segundos al piloto de Red Bull y lo bajan "literalmente" del podio para que así un eufórico Vettel suba a festejar su "merecido" 3er. puesto y la fiesta en el estadio.
El tema es que luego, Red Bull pide una sanción a Vettel que horas después se decide en las oficinas de la FIA con una penalización de 10 segundos por acción peligrosa contra Ricciardo (Sí, ahí en el sandwich) lo que vuelve a bajar al de Ferrari del podio y pone al australiano en el tercer lugar. Incluida foto en el podio con Verstappen y sombreros de mariachi por la noche.
La pelea entre Red Bull y Ferrari por el segundo lugar de constructores está más caliente que nunca sumado a la final del campeonato de pilotos.
De Hamilton y Rosberg ni hablamos, cada uno hizo lo que tenía que hacer y la lucha por el campeonato continúa. Rosberg puede ser campeón en Brasil con las matemáticas cada vez más a su favor. Hamilton ya no depende de él mismo. Solo tiene que ganar. Todo. Veremos qué pasa. ¿Nos vemos en San Pablo?