La Cámara de Diputados sesionará este martes de manera extraordinaria para analizar la designación de los nuevos responsables para la Contraloría y la Defensoría del Pueblo.

En la lista para el cargo de Contralor se encuentran José Enrique García Ávalos, Alva María Talavera Fonera de Vallejos y Ramón Ignacio Ferreira. Este último, de extracción liberal, aparentemente es el que cuenta con un mayor respaldo de la oposición.

En conferencia de prensa en horas de la mañana de este martes, Ramón Ferreira, defendió su candidatura remarcando que no está adherido a ningún partido político, que está totalmente seguro que será el próximo contralor y que cambiará totalmente de paradigmas al ente regulador del gasto público.

"Estuve 22 años en la función pública trabajando de manera independiente, no tengo militancia en ningún partido político", aseguró Ferreira.

El posible contralor anunció que habló con los 80 diputados y cree que tendrá los 41 votos necesarios para asumir el cargo. Lamentó la acción del oficialismo por el mandato partidario que pesa sobre los colorados que voten en pos de su candidatura, ya que dispersan los votos a su favor, hecho que "evita que una persona técnica y con mucha experiencia en la función publica pueda acceder a la contraloría", afirmó Ferreira aludiendo a su capacidad profesional.

También expresó que la Contraloría, desde que se formó, nunca respeto su carta orgánica. "El art. 9 de esta carta es muy claro al expresar que esta institución tiene la función de fiscalizar y controlar la ejecución del gasto público. Sin embargo se han limitado a acumular denuncias e investigarlas 3 a 5 años después de la presentación de la misma. Eso no conduce a nada, las investigaciones deben realizarse en el año del supuesto delito, así los organismos del estado ejecuten las sanciones correspondientes", indicó.

Finalmente, señaló que la Contraloría funciona como un garrote y que el no está de acuerdo con ello. "Debemos apostar por un ente debe cumplir atribuciones de enseñanza y corrección.