La primera vez que Cerro Porteño alcanzó las semifinales de la Copa Sudamericana fue en el año 2009, cuando quedó eliminado a manos del Fluminense brasileño en una vergonzosa definición en la que los futbolistas de ambos clubes acabaron a los golpes en el Maracaná.
Futbolísticamente hablando, el Ciclón llegó a esas instancias con una impresionante campaña de cinco victorias y apenas una derrota, enfrentando a tres equipos brasileños.
Superó a La Paz de Bolivia 2-0 y 2-1 en primera fase. En octavos de final derrotó al Goiás 2-0 en Asunción y perdió 3-1 en Goiania, clasificando gracias al gol de visitante.
En cuartos de final se venía uno de los grandes de Río de Janeiro, el Botafogo. El Ciclón no tuvo piedad y se dio el gusto de ganar en ambos partidos: 2-1 y 3-1.
En semifinales llegaba otro de los populares clubes cariocas, el Fluminense. Cerro Porteño perdió 1-0 en La Olla, en medio de un tenso ambiente. La revancha, en el Maracaná, no solo acabó con otra victoria tricolor (2-1) sino con que con una batalla campal entre paraguayos y brasileños.
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Un plantel maduro
La edición 2016 de la Copa Sudamericana encuentra a un Cerro Porteño mucho más sólido que el del 2009, pero sobre todo más responsable y maduro. La dirigencia logró sacar del club a los considerados "líderes negativos" del grupo, acostumbrados a armar conflictos a nivel interno, y Gustavo Florentín encontró el equipo.
Hoy, el Ciclón de barrio Obrero llega con cinco triunfos, un empate y dos derrotas a cuestas frente al campeón de la Libertadores, Atlético Nacionla de Medellín. Pero, principalmente, con la confianza plena de que es capaz de revertir los resultados más complicados, ante los rivales más difíciles.
Sin dudas, una campaña que vale la pena ser revivida...