Trece años después del intento fallido de enviar un robot de exploración a Marte, Europa se dispone el próximo domingo a dar un paso importante en una nueva tentativa, esta vez junto a Rusia, para buscar indicios de vida en el Planeta Rojo.

El centro de control instruirá una sonda espacial a unos 175 millones de kilómetros de la Tierra para que suelte y haga posar un módulo explorador, del tamaño de una piscina hinchable, sobre la árida y fría superficie de Marte. Programado para llegar el 19 de octubre, el objetivo de este módulo de corta vida es permitir la preparación de otro módulo de exploración que investigará en Marte eventuales rastros de vida extraterrestre.

"Nuestro objetivo es demostrar que podemos alcanzar la superficie y recabar datos", dijo el consejero de la Agencia Espacial Europea (ESA) Mark McCaughrean de cara a las maniobras que se inician el próximo domingo.

Bautizado Schiaparelli, el módulo de 600 kilos se separará de la nave madre, la Trace Gas Orbiter (TGO), tras un periplo de siete meses y 496 millones de kilómetros desde la Tierra. El módulo y su nave madre, que se colocará en órbita alrededor de Marte para captar olores en su atmósfera a la búsqueda de gases generados por organismos vivos, constituyen una primera etapa del proyecto rusoeuropeo ExoMars. La segunda, que se lanzará en el 2020 tras dos años de aplazamiento, será el robot de exploración ExoMars rover, para el cual Schiaparelli servirá de ensayo de aterrizaje.

Menos de la mitad de los intentos de las agencias espaciales de Estados Unidos, Rusia y Europa para aterrizar y operar un módulo en la superficie terrestre han tenido éxito desde los años 1960.

La última vez que Europa lo intentó, el módulo de fabricación británica Beagle 2 desapareció sin dejar rastros tras separarse de la nave madre Mars Express, en diciembre de 2003.

Solo Estados Unidos logró operar un explorador en la superficie de Marte. La búsqueda de vida en Marte, un tema que estimula la imaginación de la humanidad desde hace mucho tiempo, es una tarea compleja, dado el bombardeo de la superficie por rayos ultravioletas y cósmicos.

Dejanos tu comentario