Margarita Mayo

A principios de abril, la prensa internacional tuvo un día de campo cubriendo el anuncio del primer ministro español, Mariano Rajoy, que quiere poner los horarios laborales de España en línea con los del resto de Europa. Algunos periódicos británicos y estadounidenses fueron tan lejos como para interpretar los comentarios de Rajoy como una promesa de eliminar la famosa siesta española.

La verdad podría ser menos emocionante para los periodistas extranjeros, pero será mucho más significativa para los trabajadores españoles.

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Las siestas ya son algo del pasado. Sí, hubo un tiempo en que la mayoría de los trabajadores españoles tomaban un receso de dos horas alrededor de las 2:00 de la tarde, pero este ya no es el caso. En estos días, el típico hogar español es uno en el que ambos padres trabajan a tiempo completo y existe acceso limitado al cuidado infantil.

La mayoría de las personas tienen largos tiempos de traslado, volviendo imprácticos los viajes a casa durante el día. Los trabajadores españoles también pasan largas horas en la oficina: un día típico comienza a las 8:30, incluye un receso para almorzar de 1 a 2 horas y concluye alrededor de las 19:00 o 20:00.

El gobierno español está buscando nuevas formas de alentar a los líderes empresariales a respaldar un mejor equilibrio entre vida y trabajo. Se trata menos de eliminar la ya inexistente siesta y más acerca de aceptar el cambio organizacional.

Los gerentes alrededor del mundo han comenzado a repensar los temas de vida y trabajo en años recientes. Ahora se reconoce cada vez más que, a menos que las organizaciones brinden respaldo y flexibilidad, los empleados encontrarán difícil cumplir con sus responsabilidades familiares y de trabajo. Esto representa un cambio desde ver los temas de vida y trabajo como preocupaciones privadas hacia reconocer que los gerentes juegan un papel crítico.

La investigación muestra qué tanta influencia tienen los directivos. En el 2015, varios gobiernos regionales de España llevaron a cabo una encuesta para evaluar a qué grado las compañías le permitían a sus empleados trabajar desde casa. Como parte de la encuesta, yo conduje un estudio para explorar la influencia de los principales líderes en las políticas de trabajo a distancia.

Una muestra de 2,388 mandos medios respondió preguntas respecto hasta qué punto los directivos de alto nivel reconocían el valor de las prácticas amigables con la familia, equilibran sus vidas laborales y familiares y se sentían comprometidos a implementar prácticas amigables con la familia. Los encuestados también reportaron respecto a la provisión de facilidades para trabajo a distancia en sus empresas.

Nuestros hallazgos mostraron que las firmas tienen muchas más probabilidades de brindar facilidades para el trabajo a distancia cuando los gerentes de alto nivel respaldan el equilibrio entre vida familiar y trabajo. Ellos son los catalizadores para implementar opciones laborales alternativas.

Los gerentes claramente influyen en si es que sus empleados tendrán equilibrio entre vida y trabajo, e investigaciones adicionales muestran que un equilibrio saludable también puede beneficiar a la firma.

En otro estudio, encontré que tanto los empleados como las compañías pueden beneficiarse de formas alternativas de usar el tiempo. Analizamos información proveniente de 70 compañías y 3,262 empleados, para explorar la relación entre flexibilidad en los horarios laborales, los resultados empresariales y el bienestar de los trabajadores. Los resultados preliminares mostraron que las políticas de apoyo al equilibrio entre trabajo y vida le dan a los empleados un sentido de control sobre su tiempo laboral, lo que a su vez mejora su equilibrio de vida y trabajo, y el desempeño financiero de las empresas en que trabajan.

(Margarita Mayo es una profesora en la IE Business School en Madrid).

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