De acuerdo al informe del Banco Mundial, la buena noticia es que cierta evidencia preliminar apunta a que los países de la región están aumentando el volumen de sus exportaciones, incluidos productos nuevos de mayor calidad que encuentran nichos en los mercados de EEUU y Europa.
Asimismo, los tipos de cambio más competitivos alcanzados luego de los ajustes que tuvieron lugar estos últimos dos años, abren un espacio para incrementar el comercio regional, al reemplazar importaciones de fuera de la región con productos y servicios producidos, de manera eficiente dentro de la misma. El informe también revela que aquellos países con tipos de cambio flexibles están diversificando los rubros y destinos de sus exportaciones.
"La pregunta ahora es si la transformación estructural necesaria para llevar a cabo este cambio en la producción es consistente con el proceso de ajuste macroeconómico que todavía está en marcha en muchos países, tendientes a adaptarse a la nueva realidad post bonanza", dijo Augusto De la Torre.
"Para sostener el crecimiento, el proceso de ajuste debería evitar sacrificar indebidamente la inversión, tan crucial para impulsar el crecimiento futuro", expresó.