Por CARINA GÓMEZ HERNÁNDEZ

Country manager

carina.gomez@greatplacetowork.com

La permanencia en el tiempo de las empresas es siempre una preocupación para empresarios, accionistas y ejecutivos. La mayoría comienza haciendo un buen trabajo y generando buenas ganancias, pero no logran sostenerse y terminan cerrando.

Uno de los ejes que atenta contra la permanencia es la cultura organizacional. La cultura es la manera cómo la organización decide hacer las cosas, los lineamientos de base, los parámetros que la rigen y los valores que la sustentan.

Empresas que logran ser exitosas y crecer a lo largo del tiempo han generado una cultura fuerte que guía los comportamientos y propone caminos sólidos hacia el futuro.

No importa si definimos o trabajamos la cultura en forma intencional, igualmente todas las empresas tienen una cultura propia. Sin embargo, una empresa orientada a la cultura trabaja en la construcción de una cultura adecuada y se asegura de amoldarla a los requerimientos del negocio, desde la estrategia y la acción.

Lo primero es constituirse en una empresa orientada a la cultura. Valorar la cultura y darle la importancia que tiene en el crecimiento. Pero enfocarse en la cultura no es solo cuestión de proponérselo o declararlo, sino un ejercicio permanente de cuestionarse si esta cultura está siendo vivida por todos, todos los días.

Porque una cultura poderosa es más que solo palabras. Todos deben poder sentirla a través de los comportamientos que se dan en la empresa, inclusive clientes, proveedores y otros públicos. No tiene que ver necesariamente con grandes iniciativas, sino con pequeñas señales. Algunas organizaciones promueven importantes programas y prácticas, y éstas hacen parte del esfuerzo, pero tiene más que ver con la implementación de una cantidad de cosas diferentes que se necesitan. Pero todas estas iniciativas deben girar alrededor de ser claros y auténticos sobre cuáles son los valores de la organización, siendo consistentes y escuchando genuinamente cuando las cosas se están haciendo mal.

Algunas ideas concretas para trabajar la cultura:

  • Comience definiéndose como una empresa orientada a la cultura. Tener la cultura correcta puede guiar con éxito la estrategia de la organización, y conseguir empleados comprometidos, que serán más productivos y elegirán quedarse.

Pero no lo deje en una declaración, lleve esta definición a la estrategia y trabaje en ella como un objetivo más, definiendo metas, planes de acción, tiempos y responsables. Un comité de cultura puede ser una idea concreta, integrado por personas de distintas áreas, niveles jerárquicos y perfiles.

  • Asegúrese que los valores están activamente insertos en los procesos y las prácticas que diseñe. Debe quedar claro que los valores no son solo un conjunto de palabras, sino actitudes desde las cuales vivir, que deben convertirse en comportamientos.

Defina acciones concretas relacionadas con cada uno de los valores de la organización y comunique permanentemente estas definiciones, premiando a los colaboradores que muestran estar más alineados con estas acciones. Por ejemplo, si un valor es el "compromiso", podrá definir comportamientos como: trabajar más por resultados que por horarios, cumplir con lo que se promete al cliente y al cliente interno, culminar las tareas en tiempo y forma, elegir das más de sí mismo en la función que le corresponde, entre otros.

  • Construya una cultura sólida y profunda. La mayor parte del trabajo de la cultura debe hacerse bajo la superficie. Más que discusiones constantes sobre lo cultural, acompañadas con poca acción, busque internalizar la cultura en todos.

Comience por los líderes, haciendo que se conviertan en ejemplo de la cultura vivida en acciones. Conozca los propios valores de estos líderes y asegúrese que son iguales o similares a los de la empresa, que ya son parte de ellos individualmente.

  • Mantenga siempre una mirada al futuro. Los mercados internos y externos cambian, y esto afecta la manera como operan los equipos de trabajo. La cultura y los valores también pueden cambiar para adaptarse al negocio.

Revise cada tanto los lineamientos culturales y busque la mejor manera de modificarlos para aumentar sus oportunidades de éxito.

Algunos negocios que han debido reinventarse incorporando, por ejemplo, opciones que permitan gestiones online, necesitan agregar a su cultura y valores factores que promuevan la innovación y la creatividad.

  • Reglas simples pueden crear una cultura efectiva. De nuevo, no hace falta grandes iniciativas, sino pequeñas actitudes.

Otorgue a sus colaboradores más poder sobre sus roles y cargos, haga a los líderes visibles y accesibles, ponga foco en el lado social del negocio, ofrezca a los colaboradores una participación en la definición del rumbo futuro de la empresa, no se canse de comunicar los valores culturales, busque continuamente la retroalimentación.

Empresas que ponen foco en la cultura, logran sostener una cultura de apertura, respeto, sentido emprendedor y flexibilidad, con prioridad en el cuidado y desarrollo de las personas. Como recompensa obtienen dinamismo y pasión en los empleados infundiendo un fuerte sentido de pertenencia y responsabilidad en el éxito del negocio.

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