Por Richard E. Ferreira-Candia

Periodista, analista y docente

Fuera de los dirigentes que ya se juegan por una candidatura, en las bases partidarias de los partidos tradicionales existen una suerte de incertidumbre hacia dónde ir. Nada está claro.

Estábamos esperando las dos tazas de café, sin azúcar, que pedimos ya ubicados en el altillo del Café Literario, y hablábamos con el comandante sobre la prematura pelea electoral que inició de cara a las elecciones generales, como es costumbre, mucho antes de tiempo.

La definición de candidaturas más "sangrientas" se da siempre en la ANR y en el PLRA. En los otros partidos, las designaciones no son tan complicadas.

En carpas coloradas, hay al menos tres frentes: el oficialismo, la disidencia y el nicanorismo, dijo el comandante, que luego agregó: Los liberales, tras las internas y la polémica convención, no perdieron tiempo y, aunque a los tumbos, pusieron el pie sobre el acelerador y ya corren la carrera mirando la candidatura presidencial.

El comandante, que ya disfrutaba de su café y pidió luego un agua tónica, reflexionó: -Alegre ya se siente candidato. De hecho, en las internas que lo ubicaron en la presidencia del Directorio liberal, comenzó su campaña para las generales. Tras asumir, convocó aceleradamente a una mesa de diálogo para congregar a todos los partidos fuera de la ANR, dando como descontado que iría fortaleciendo su figura para lograr el respaldo de todos.

Miró hacia un costado, hizo un pequeño silencio, tomó un sorbo de café y continuó: - Pero la cosa no es tan sencilla. El Frente Guasu, que no resigna su deseo de postular de nuevo a Fernando Lugo, fue su primer escollo y hasta ahora es el sector que no se suma a la mesa. No quieren ser usados por Alegre. Prefieren estar alejados y seguir su propio camino. Además, nunca se cicatrizó la herida de la traición liberal. Otra alternativa de Alegre es sumar a Mario Ferreiro, enfocado de momento en resolver los problemas de Asunción.

El llanismo decidió lanzar a la arena a Blas Lanzoni, le indiqué. – Y no tenía de otra que apurar la jugada y presentar un candidato, cuando Alegre ya empezó a tomar ventaja-, respondió. Agregó que Lanzoni es un dirigente en alza pero con poco recorrido en comparación a Alegre.

Blas Llano –dijo- puede entrar en la lista de los más hábiles de los liberales porque prefiere un seguro puesto en el Senado antes que aventurarse a buscar el sillón presidencial, siendo el líder indiscutido de su sector. El Equipo Joven, como se llama el movimiento de Llano, deberá redoblar esfuerzos para ir contra la estructura partidaria y contra un candidato que ya cuenta con experiencia en este campo.

Hizo una pausa, tomó de vuelta un sorbo de café, y prosiguió. -Pasemos al Partido Colorado, donde empiezan a moverse lentamente, con el condimento de desesperación por un gran desconcierto. En las carpas coloradas -reflexionó- las cosas siguen confusas. En la disidencia, el que pretende lanzarse con todo es Mario Abdo Benítez, pero debe consolidar una estructura.

El ya ex candidato presidencial Luis Castiglioni se mueve en dos frentes (oficialismo y disidencia), a la espera de una definición. El freno para mover la maquinaria colorada lo sigue pisando Cartes con dos aristas: mantiene en el debate la figura de la reelección presidencial y no da señales de quién podría ser su candidato cuando se deje de hablar de la posibilidad de un segundo periodo, que ya aparentemente fue descartado hace tiempo porque no están dadas las condiciones.

El comandante indicó, además, que Cartes, con Alliana como punta de lanza, empezó a hacer campaña desde el acto de recordación de los 129 años de la fundación de la ANR. Desde esa actividad participa constantemente de actividades partidarias, ya recomponiendo fuerzas. Otro que analiza el escenario es Duarte Frutos, quien como político de raza tiene en mente de vuelta al Palacio de López.

Con la experiencia frustrante del 2008, al ser uno de los responsables de la caída del Partido Colorado, sabe que debe esperar hasta último momento para mover sus fichas. Su jugada apunta al menos a formar una fuerte lista para el Congreso y la creación de una nueva fuerza política (que la perdió cuando dejó de ser presidente) incluyendo gobernaciones y juntas departamentales. Hoy, muy activo en el interior especialmente, está tratando de recoger los frutos de las semillas que lanzó durante su mandato presidencial.

Históricamente –siguió el comandante- fueron los colorados los primeros en lanzarse con precandidatos firmes para unas elecciones presidenciales. En esta ocasión –acotó-, se visualiza que los liberales son los que, de alguna manera, en medio de sus conflictos internos, largaron primeros en esta carrera. En el PLRA está definido, al menos hasta ahora, que la candidatura presidencial se determinará entre Alegre y Lanzoni. En la ANR, no hay precandidaturas consolidadas. En los otros partidos, Lugo es el que desea postularse de vuelta, pero entrará en competencia si existe un gran pacto para cambiar las reglas de juego o se lo habilite para "dividir" a la oposición. Fuera de ello, no se visualiza otra figura. Ferreiro es otra posibilidad, pero se tendrá que dar un considerable número de factores para que su candidatura sea posible.

Nada está dicho, pero todo está bastante interesante, políticamente, dijo el comandante. Eso.

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