Así quedó la planta después de que el auto la embistiera y a la mujer, lo que presume la velocidad que traía.[/caption]

La imprudencia en el volante se cobró otra vida ayer. María Lidia González (60) falleció camino a un centro asistencial, luego de ser embestida por un vehículo mientras esperaba colectivo en Acceso Sur, Ñemby.

Según el informe policial, el conductor del auto Kia blanco, Johnny Sebastián Larrea Álvarez (19), intentó esquivar la maniobra de un transporte público de la línea 47 y terminó atropellando a la mujer, que estaba en la vereda.

La actuación de la fiscala designada para investigar el caso, Fabiola Molas, deja mucho que desear, ya que no se constituyó en el lugar de los hechos, pese a que es su obligación y solo tuvo en cuenta el informe policial.

Además, si bien ordenó la realización de la prueba de alcotest –que dio negativa en dos ocasiones– no pidió la prueba de alcoholemia en la sangre, a pesar de haber ordenado el traslado del conductor al Hospital del Trauma para ser atendido por las lesiones.

Llamativamente y a pesar del fallecimiento de la víctima, la fiscala tampoco imputó al conductor y ordenó su libertad. Dijo que esperará el informe pericial del accidente y de Criminalística para determinar el grado de responsabilidad.

"Vamos a aguardar las conclusiones de los informes, porque solicité que criminalistas se constituyan en el lugar, a fin de determinar si la muerte de la persona es atribuible al conductor", manifestó.

Los informes de Criminalística y de la pericia accidentológica permitirán esclarecer las circunstancias en que sucedieron los hechos y esperar los resultados para continuar con el expediente.

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