En sus calles se respira lo clásico mezclado con lo innovador y lo extravagante con lo cotidiano. Este aire impregna desde sus clubes y restaurantes, pasando por sus plazas hasta sus innumerables museos. Y por ello, la capital de Alemania no defrauda a ningún turista.
Por: Nora Vega
Arrasada durante la Segunda Guerra Mundial y dividida por el Muro durante 28 años, Berlín recupera su antiguo esplendor a pasos agigantados. Ubicada al noreste de Alemania y casi en el límite con Polonia, es uno de los lugares más atractivos del país.
La Puerta de Brandeburgo es la antigua puerta de entrada a la ciudad, que hoy es considerada como un ícono de Berlín. Lo mejor es ir al atardecer, cuando hay menos gente. Este sitio se convirtió en un lugar de encuentro, de festejos y acontecimientos históricos. Se encuentra en uno de los antiguos accesos en la ya desaparecida muralla que resguardaba la ciudad. Fue construida a fines del siglo XVIII y se tomó como modelo la puerta de acceso a la Acrópolis de Atenas.
Cerca de allí, visitá el Monumento al Holocausto que con 2711 bloques de hormigón de diferentes alturas rinde homenaje a los judíos asesinados durante el Nazismo y si podés, no dejes de lado el Campo de concentración de Sachsenhausen. Si además querés conocer más en detalle la historia del nazismo y sus lugares más emblemáticos, podés contratar un tour temático.
Si sos amante del arte y la arquitectura tenés que visitar al menos una vez en la vida este destino, hogar de uno de los museos más populares: el Museo Bauhaus. Otro lugar recomendado es el Kulturforum, un complejo de galerías y museos que cuenta con muchas obras de arte y de gran valor histórico. Los edificios de arquitectura moderna y la cantidad de arte que se puede ver en la ciudad, reemplazan el oscuro pasado.
Mención aparte merece la Isla de los Museos, la cual es verdaderamente, una isla en el centro de la ciudad con majestuosas edificaciones del siglo XIX dedicadas al arte. Atravesada por el río Spree, alberga seis museos (por lo que un día te resultará corto para recorrerlos todos), de los cuales se destacan el Museo Antiguo, el Museo Nuevo y el Museo del Pérgamo (que cuenta con reconstrucciones tan imponentes como el altar de Pérgamo y la Puerta de Ishtar de Babilonia). En esta isla se encuentra también la Catedral de Berlín y cerca el Lustgarten, un hermoso parque público ideal para tirarse al pasto a descansar.
Por su parte, la Torre de la Televisión de Berlín (Fernsehturm), erigida en 1969, es una torre construida para mostrar la superioridad del comunismo sobre el capitalismo. El restaurante giratorio de la torre, situado unos metros por encima del mirador, ofrece una de las mejores vistas de la ciudad. Este es el lugar ideal para disfrutar de algunos platos típicos berlineses.
SUS PLAZAS
Potsdamer Platz es una de las plazas más importantes de la ciudad y poseedora de una gran historia; ya en el siglo XIX era una de las zonas con mayor tráfico y actividad de la ciudad (al punto de poseer el primer semáforo de Europa). Durante los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial quedó destruida casi por completo y durante la división de la ciudad el muro la atravesó dejándola casi en el olvido.
Alexanderplatz o Alex, como la llaman los berlineses, es una plaza que se convirtió en 1882 en un importante nudo de comunicaciones tras la construcción de una estación de ferrocarril. Además, con la edificación del Mercado Central (1886) y de los grandes almacenes Tietz entre 1904 y 1911, también se convirtió en la zona comercial más importante de Berlín. La fama definitiva, incluso mundial a nivel literario, le vino en el año 1929 gracias a la novela Berlin Alexanderplatz, de Alfred Döblin.
AQUADOM, EL ACUARIO CILÍNDRICO MÁS GRANDE DEL MUNDO
En realidad no es una atracción pública, ya que se encuentra dentro del hotel Radisson, cerca de la Isla de los Museos, el Palacio Real y Alexanderplatz, aunque igualmente uno puede ingresar para verlo. El AquaDom es un acuario de agua salada. Posee 25 metros de altura y en su interior viven unos 2600 peces de 56 especies diferentes. Para mayor grandilocuencia, en su interior funciona un ascensor transparente.
LA NOCHE
Todos aquellos que disfruten de la vida nocturna, las discotecas, bares y la diversión de este tipo, encontrarán en Berlín todo un verdadero paraíso que se encuentra en constante movimiento. Friedrichschain es uno de los barrios de moda de la capital alemana. Está lleno de música en vivo, restaurantes y lugares para tomar un rico trago o una buena cerveza alemana. La importante escena graffitera que abunda en la ciudad, se encarga de que rincones impersonales recobren su carácter.
Watergate, Weekend, Farbfernseher y Ritter Butzke son algunas de las discotecas famosas. No te vayas sin probar las currywurst (salchicha alemana) y las bouletes (albóndigas) en alguno de sus miles de restaurantes. En donde, además de calidad y variedad en los platos, se diferencias por su arquitectura, diseño y la decoración.
Además, una estadía en Berlín no podría estar completa sin asistir a uno de sus impresionantes espectáculos de la Orquesta Filarmónica de Berlín, considerada como una de las mejores en el mundo.
UNA CAPITAL TRANQUILA
Berlín es una metrópoli, pero no olvida la importancia la tranquilidad, al amor por la naturaleza y la calidad de vida, e invita a sentirse bien, a hacer deporte y a descansar en sus inmensos y abundantes espacios verdes, lagos y sus infinitas ciclovías. La bicicleta es un medio de transporte muy valorado, considerado muchas veces una opción más práctica que el transporte público o el auto propio, y ya ha sido incorporada, además, por eso existen también las bici-taxis.
CONOCER EL MURO DE BERLÍN Y CHECKPOINT CHARLIE
Aunque la historia no esté dentro de tus pasiones, el muro de Berlín es un lugar que no te dejará indiferente; ya que encierra innumerables anécdotas de separaciones y reencuentros, y ha marcado indefectiblemente la identidad de Alemania y de sus habitantes.
Entre 1961 y 1989, más de 5000 personas trataron de cruzar el muro y más de 3000 fueron detenidas por ello. Alrededor de 100 personas murieron en el intento, la última de ellas el 5 de febrero de 1989. En el Museo del Muro de Checkpoint Charlie se narran las historias más curiosas de cómo la gente consiguió cruzar el muro.
Checkpoint Charlie se encuentra donde se unen los barrios de Mitte y Kreuzberg. Fue el paso fronterizo más famoso del Muro, utilizado solo por militares, embajadas, extranjeros o funcionarios. El lugar que fue escenario de trágicas huidas hoy posee una cabina de control que es la reconstrucción de la original.
ALGUNOS TIPS
Museumspass
La tarjeta Museumspass permite el acceso gratuito durante tres días consecutivos a la gran mayoría de los museos de Berlín.
Berlin Welcome Card
La tarjeta Berlin Welcome Card permite el uso ilimitado del transporte público y ofrece descuentos de hasta el 50% en diversas atracciones, museos y monumentos.
Vivir el arte de una forma diferente
En ocasiones especiales, las puertas de los museos permanecen abiertas hasta las 2 o 3 de la madrugada. Solo tenés que corroborar los horarios en sus páginas.
Alquilar una bicicleta
El precio de alquilar una bicicleta en Berlín para un día oscila entre 10 y 12 euros, y son muchos los visitantes que optan por este medio de transporte para desplazarse por las zonas más turística de la ciudad.