El diálogo entre estudiantes secundarios y el Gobierno fracasó, durante la segunda Marcha Nacional de Colegios Públicos y Privados (MNCPP), en reclamo de un mejor presupuesto para Educación. El ministro de la cartera, Enrique Riera, intentó conversar con los manifestantes, sin embargo, ocasionó un fuerte enfrentamiento que terminó a los botellazos.
En el trayecto de la caminata, que se inició en la plaza Italia de Asunción, los secundarios hicieron una parada frente al Ministerio de Educación y cuestionaron al ministro Riera, por las advertencias que recibieron de su parte de que si participaban de la marcha y no asistían a clases, serían sancionados.
"La actitud autoritaria de parte del ministro (Enrique) Riera demuestra su intención para con los estudiantes buscando que seamos sumisos tal como lo quería la ex ministra Marta Lafuente", señaló el comunicado leído por una estudiante.
Los jóvenes repudiaron las supuestas amenazas que lanzó el titular del MEC contra los que participaban de la movilización. "Es bastante hipócrita la postura de Enrique Riera ahora al decir que tendremos ausente o quitaremos '0' por manifestarnos, si cuando asumió al cargo aseguró que iba a salir a las calles con nosotros para pedir que se aumente el presupuesto", dijo Vetner López, de la Unión Nacional de Estudiantes del Paraguay (Unepy).
Tras el manifiesto, los secundarios pidieron al secretario de Estado que salga a "dar la cara" y Riera salió cuando más caldeado estaban los ánimos y dijo "aquí estoy", pero los escraches de casi 10.000 jóvenes, que participaron de la MNCPP, no le permitieron seguir hablando.
En un momento dado, una persona adulta, ajena a la manifestación estudiantil, inició la revuelta violenta con empujones al fotógrafo de la cartera estatal, Felipe Sanabria. El funcionario pidió al hombre que no empujara la valla de protección al que estaba sujeto para captar las imágenes y con esto el hombre le propinó un fuerte golpe en la espalda que motivó la reacción del estudiantado que lanzó agua y botellas.
Sin embargo, los secundarios se sintieron amedrentados y provocados por el ministro, al que calificaron como "ministrucho", quien en el momento de recibir los botellazos dijo "tiren, tiren más. Sigan", palabras que originaron un malestar generalizado entre los jóvenes.
Riera, por su parte, ante los medios de prensa, admitió que de algún modo también se sintió provocado por los calificativos de dictador que recibió de los jóvenes.