En los últimos años se radicó una tendencia donde muchos paraguayos han caído en el hábito de recurrir a los créditos para obtener algún bien; incluso de consumo, viajes, educación y hasta para la diversión, sumado a las necesidades del inmueble y el vehículo, que han ido en un peligroso aumento.

Debes contar con un presupuesto mensual y una planificación adecuada de gastos.[/caption]

Tal vez la adaptación de este modelo consumista -según lo explica el Máster en Administración de Empresas, Eduardo Bobadilla, a La Nación Digital- y mirando la tendencia; esta fórmula vinculada a la financiación para adquirir una vivienda, un automóvil, un electrodoméstico o un paquete turístico, se ha convertido en un peligroso subproducto para la mayor parte de los consumidores. El aumento del poder adquisitivo de la población, la necesidad de seguridad, comodidad y la fuerte y agresiva influencia con el accesorio de la facilidad en el mercado financiero, proponen esto como una solución a las relativas necesidades del consumidor.

Consecuencias de la facilidad crediticia

Desde el punto de vista de Bobadilla, en este panorama económico, tanto los créditos de consumo como los préstamos hipotecarios y prendarios, cumplen una función de facilitar y acelerar la colocación en el mercado de los bienes, y sobre todo en el mercado financiero. Pero a la vez producen una clara disminución del ahorro y un proceso de "sobreendeudamiento" entre el conjunto de los consumidores, como consecuencia de las citadas facilidades con las que se ofrece la financiación de sus compras.

Consumo Imprevisto

MAE Eduardo Bobadilla, Coaching financiero y empresarial.[/caption]

"Por ello el consumismo debe considerarse un riesgo para las familias, pues actualmente está provocando que el nivel de endeudamiento de las mismas alcance cuotas desconocidas, pudiendo estas llegar a verse seriamente comprometidas frente a imprevistos significativos, debido a que se ha instalado en nuestra sociedad el hábito de recurrir a los créditos para la adquisición de cualquier bien", sostiene el especialista en negocios.

Bobadilla afirma que para evitar o reducir este riesgo crediticio hay que seguir algunos consejos siendo uno de los más reiterados en los libros o textos que se cuenta sobre finanzas personales, que es la de contar con un presupuesto mensual y una planificación adecuada de nuestros gastos.

Algunos consejos que puedes implementar:

  1. Realiza un presupuesto mensual de tus ingresos y egresos, así sabrás con cuánto dispones para gastar y ahorrar.
  2. Prioriza los gastos que tienes (alimentación, transporte, pago de servicio y de deudas), elimina los gastos superfluos que representan fugas de dinero.
  3. Antes de acudir al supermercado revisa qué productos faltan en tu heladera y acude con una lista previamente elaborada, tratando de cumplir con lo que está en ella.
  4. Chequea las deudas con el fin de ver cuáles puedes liquidar más rápido y si te conviene y puedes consolidarlas o renegociarlas.
  5. Revisa los productos financieros que tengas como tarjetas de crédito, con el fin de mantener solo aquellos que utilizas y que te proporcionan mayores beneficios.
  6. No tomes un crédito para sanear otro, esto es como tapar un hoyo abriendo otro, a menos que te ayude verdaderamente para sanear efectivamente tus deudas.
  7. No aceptes préstamos que no hayas solicitado.
  8. No gastes en cosas no presupuestadas.
  9. Si deseas comprar algo trázate la meta y ahorra hasta alcanzarla. Quizá te lleve más tiempo, pero la satisfacción será mayor.
  10. Haz del ahorro un hábito, para ello contémplalo como parte de tu presupuesto y trata de que sea de al menos el 10% de tus ingresos.

"Finalmente, cuando decidas tomar un crédito, asume también un ahorro forzado que sumarás a tu deuda. Eso permitirá que de algún modo vayas formando un capital", finalizó el MAE.

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