• Por Juan Carlos Muñoz Menna

En los últimos 15 años nos hemos consolidado como la primera flota fluvial de Sudamérica y la tercera a nivel mundial. Esto fue producto de políticas macroeconómicas que favorecieron las inversiones domésticas y extranjeras en la industria naviera y una formidable expansión de la industria naval y el establecimiento de unidades portuarias sobre el río Paraguay y el Alto Paraná.

La dinámica de la globalización no le es ajena a Paraguay y obviamente todo nos afecta y repercute en la economía de mayor crecimiento en la región por encima de la recesión en el vecindario; que afecta, pero nos encuentra mejor preparados para la coyuntura.

La baja en los precios de los commodities a finales del 2014 impactó en los volúmenes de carga con una merma importante de aproximadamente el 25% en los graneles y por cierto también en las importaciones de bienes de capital en contenedores debido fundamentalmente a la recesión en la economía de Brasil.

No obstante el sector ha reaccionado de manera productiva acompañando entre otras cosas la estrategia del gobierno en captar las cargas de los estados brasileños de Mato Grosso y Mato Grosso del Sur, dinamizando el corredor Pedro Juan Caballero / Concepción, que impulsará una genuina generación de oportunidades económicas y sociales en esa región del país.

  • “Los desafíos nos imponen nuevas estrategias y hemos seguido con la expansión de la flota”

Los desafíos nos imponen nuevas estrategias y hemos seguido con la expansión de la flota que ha incorporado en los últimos 18 meses unas 100 barcazas y una docena de remolcadores, varios de ellos de construcción local.

Para hacer frente a un volumen anual estimado de 25 millones de toneladas dentro de 5 años, debemos crecer en infraestructura vial; instalaciones portuarias, y contar con un río navegable y señalizado que permita operaciones las 24 horas del día los 365 días al año.

Debemos consolidar la posición de Paraguay como el más eficiente hub logístico multimodal del centro del continente suramericano.

El trabajo conjunto y coordinado de los estamentos público y privado hoy es una necesidad impostergable tanto para las estrategias domésticas cuanto para la posición inclaudicable de nuestro derecho de libre navegación y libertad de tránsito.

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