Landon Thomas Jr.
En Italia, donde dos décadas de estancamiento económico han creado una larga lista de empresas que apenas siguen respirando, Feltrinelli, una de las librerías más grandes del país, sobresale.
Desde el 2012, la empresa lleva tres años consecutivos de pérdidas por un total de casi 11 millones de euros (12,4 millones de dólares).
A pesar de ello, a finales del año pasado, Feltrinelli fue capaz de asegurar un nuevo crédito de 50 milloens de euros de un consorcio que incluía a dos de los bancos más grandes de Italia, UniCredit e Intesa Sanpaolo, a una tasa de interés inferior a la que las empresas más valoradas en Europa estaban pagando.
Dado que Italia y Europa, en términos más generales, luchan a brazo partido con el problema creciente de los malos préstamos, un nuevo artículo de economistas ligados al Centro de Investigación de Política Económica, una red de investigadores que analiza las políticas europeas, pone de relieve el grado en que los principales bancos de Italia - conocidos como los más débiles de la zona euro en términos de reservas de dinero en efectivo - han intensificado sus préstamos a las empresas con más problemas del país.
En las últimas semanas, las acciones de bancos italianos, 70 por ciento hacia abajo en lo que va del año, se han recuperado, impulsadas por los recientes resultados de las pruebas de estrés y, para algunos, las ganancias fueron mejores de lo esperadas.
Pero, con el Fondo Monetario Internacional estimando que el monto de la mala deuda acumulada de Italia asciende a 360 mil millones de euros -o alrededor de un tercio de la cantidad total de la eurozona- los economistas sostienen que cualquier mejora en la situación del endeudamiento va a ser de corta duración.
En el corazón del problema, concluye el trabajo de investigación, está la relación entre préstamos de bancos sin actividad a empresas inactivas lo que traba la recuperación de la economía de Italia, la tercera más grande entre los países que utilizan el euro. La desaceleración causada por los bancos recuerda el ciclo de préstamos zombi en el que entró Japón en la década de 1990 y lo llevó a su propia década económica perdida.
En aquel entonces, en vez de actuar en consecuencia y asumir pérdidas, los grandes bancos japoneses mantuvieron abiertas las líneas de crédito a los prestatarios, incluso cuando tenían poca probabilidad de recuperar los préstamos.
"Europa no ha aprendido nada de Japón y acaba de repetir los mismos errores", dijo Tim Eisert, un economista alemán de la Universidad Erasmus, en los Países Bajos, que participó en el estudio. "Mario Draghi pudo haber salvado al euro, pero aun así ha descapitalizado a los bancos en Europa".
En su informe, los economistas calculan que, si los bancos europeos se sometieran a un proceso de recuperación similar a lo que experimentaron los bancos estadounidenses, necesitarían 125 mil millones de euros en capital fresco.
En un momento en el que los inversores de toda Europa se han vuelto muy escépticos para invertir en los bancos y los gobiernos son reacios a ofrecer rescates, obtener ese monto ronda en lo imposible.
Por otra parte, desde el inicio de la crisis de la deuda, los líderes europeos han sido lentos para hacer frente a sus problemas bancarios. En la última prueba de estrés de los reguladores, sólo un banco europeo, Monte dei Paschi di Siena, de Italia, emergió como el que necesita más capital.
Feltrinelli es sólo un ejemplo de una serie de empresas italianas altamente endeudadas que reciben préstamos a tasas de interés por debajo del mercado en los últimos tres años, un período en que las políticas agresivas del Banco Central Europeo liberaron dinero extra para que los bancos europeos den crédito.
Otras empresas citadas en el artículo incluyen al minorista de ropa Benetton, que ha perdido 240 millones de euros desde el 2012, aunque recibió también un préstamo con interés por debajo de la tasa de mercado ese año, según los datos recogidos por los economistas.
Massimiliano Tarantino, un ejecutivo de relaciones públicas de Feltrinelli, dijo que la compañía había sufrido durante la reciente crisis y ahora estaba cambiando su estrategia, realizando nuevas inversiones en televisión, publicación electrónica y venta de libros en internet.
En su artículo, los investigadores encontraron que de los 540 mil millones de euros en préstamos de la Unión Europea que analizaron, 8 por ciento fue para empresas que se clasifican como instituciones zombis.
En Italia, sin embargo, la proporción de préstamos nuevos que fueron para compañías en problemas - como Feltrinelli - en los últimos tres años es muy superior al 17 por ciento.
Italia no es el único país de Europa plagado de préstamos sin fondos. En Grecia, Yannis Stournaras, jefe del banco central del país, dijo recientemente que la cartera vencida todavía estaba en aumento y había alcanzado un nivel de 108 mil millones de euros, aproximadamente la mitad del tamaño de la economía global.
En su discurso, Stournaras dijo que el 67 por ciento de los préstamos otorgados a las pequeñas y medianas empresas, la sangre vital de la economía griega, fueron improductivos, una estadística que explica en términos contundentes por qué la economía griega sigue estancada.
Al igual que con los bancos griegos, los bancos italianos están igualmente expuestos a pequeñas empresas privadas, muchas de las cuales han sido duramente golpeadas por la lentitud del crecimiento económico.
De acuerdo con un documento sobre los préstamos italianos con problemas – difundida el mes pasado por el FMI –, tres cuartas partes del mal préstamo de 360 mil millones de euros es adeudado por empresas italianas, la mayoría de las cuales son pequeñas o medianas empresas.
Si bien tal cantidad, aproximadamente el 18 por ciento de los préstamos totales en circulación en Italia, es sin duda impresionante, los funcionarios del gobierno italiano sostienen que han tomado las medidas suficientes para atender el problema.
Dicen que los bancos han guardado dinero en efectivo para cubrir casi la mitad de los préstamos y que todos los créditos están respaldados por garantías suficientes.
También apuntan a la reciente formación de un fondo de 4 mil millones de euros que va a comprar algunos de los malos préstamos de los bancos.
Aun así, 4 mil millones de euros no alcanzan como impulso para dar confianza a los mercados. Y así como el informe del FMI señala, los bancos italianos están entre los menos rentables de Europa, lo que les da poco incentivo para amortizar sus préstamos, sobre todo cuando existen incentivos fiscales para los banqueros que no realizan dicha acción.
Los bancos también tienen pocos incentivos para querellar a los morosos en los tribunales italianos. El estudio del FMI dice que las liquidaciones de las empresas italianas con problemas duran, en promedio, ocho años, con la posibilidad de que los acreedores preferenciales recuperen apenas el 29 por ciento de sus reclamos.
Así, en lugar de recibir un golpazo, muchos bancos italianos han decidido mantener la liquidez fluyendo con la esperanza de que alguna empresa pueda cambiar su fortuna. Pero con el crecimiento promedio de alrededor de 0,3 por ciento en las últimas dos décadas y ahora con la amenaza de sumergirse nuevamente en territorio negativo, una serie de recuperaciones corporativas parece poco probable.
Y la lección para los reguladores globales es poderosa, argumentan los economistas que participaron en el estudio.
Antes de utilizar medidas no convencionales para inyectar liquidez en los mercados de préstamos, los bancos centrales deben asegurar que sus grandes bancos estén suficientemente capitalizados, como fue el caso en los Estados Unidos, cuando uno de los primeros pasos que tomaron los reguladores fue obligar a los bancos a aumentar sus reservas de capital. Sin esta capa adicional de seguridad, los bancos tienen pocos incentivos para depreciar los malos préstamos y centrarse en las empresas más saludables.
"Estos préstamos zombis son malos para la economía", dijo V. Viral Acharya, uno de los autores del informe y especialista en la deuda europea de la Escuela de Negocios Stern, de la Universidad de Nueva York. "El problema es que Europa nunca inyecta capital en sus bancos como lo hizo el TARP en los EE.UU". (Troubled Asset Relief Program, comúnmente conocido como TARP, o PCR. Es un programa del gobierno de Estados Unidos para comprar activos y acciones de instituciones financieras para fortalecer su sector financiero.)