Sin posibilidades de subir al podio o llevar medallas –pero con muchos cultores– una "disciplina" llega a Río 2016 para revolucionar todo. Al parecer, Pokémon Go atrapó al público, a los voluntarios y hasta a los atletas.
Todos –celular en mano– pasean por las instalaciones deportivas en busca de romper récords que no serán computados por los jueces, ni aparecerán en las pizarras. En el tiempo en que no están entrenando, hasta los más concentrados deportistas ponen su atención en capturar Golduck, Golem, en la villa olímpica.
¿Cuánto durará el furor de la "pokemanía"? Nadie lo sabe. Mientras tanto, el juego de Niantic seguirá distrayendo a nivel global. ¿Será que Bolt también corre detrás de Pikachu?