Chad Bray
LONDRES.
Barclays fue un poco como un saco de boxeo entre los bancos británicos en los últimos años.
La institución fue la primera de su clase en admitir irregularidades hace cuatro años sobre la manipulación de la tasa interbancaria de oferta de Londres, o Libor, una tasa de interés de referencia mundial.
La controversia se extendió a través de muchos de los mayores bancos del mundo, incluyendo sus rivales de banca de inversión Citigroup, Deutsche Bank, JP Morgan Chase y UBS, sin embargo, a pesar de eso, la polémica siguió siendo un gran peso en la reputación de Barclays, sobre todo en casa. Y la semana pasada, Barclays acordó pagar US$ 100 millones para resolver una investigación en 44 estados de los Estados Unidos por supuesta manipulación de licitaciones relacionadas con la Libor.
El ex presidente ejecutivo del banco, Antony Jenkins, pasó tres años tratando de cambiar la cultura del banco, una iniciativa por la que fue muy elogiado antes de su desvinculación en julio del año pasado.
Y el retorno a las ganancias sólidas y a saludables dividendos permanecieron esquivos mientras Barclays vende o cierra negocios tratando de mantener su estatura como un banco internacional de inversión. Las acciones de la compañía se cotizan alrededor de un 17 por ciento menor de lo que eran antes del escándalo de la Libor.
El banco, como muchos de sus iguales, también está luchando con el impacto potencial del Brexit, el referéndum realizado en Gran Bretaña para abandonar la Unión Europea.
Sin embargo, el actual presidente ejecutivo, James E. Staley, ex jefe del banco de inversión de JP Morgan, quien se unió a Barclays en diciembre, dice que confía en el banco porque es sólido y sus negocios claves y centrales están logrando mejor desempeño que otras instituciones similares.
Él aceleró la venta de negocios que Barclays ya no consideraba esenciales para sus operaciones, una división que el banco llama Barclays Noncore.
En el corazón del nuevo Barclays están su banco de consumo británico y su banco de inversión en ultramar, que combinados daban un retorno en valores tangibles –una medida de la rentabilidad– del 11 por ciento en el segundo trimestre de este año, excluyendo cuestiones extraordinarias. Eso se compara con el 5,8 por ciento para la empresa en su conjunto al final del segundo trimestre.
"Esta ya impresionante rentabilidad en la actualidad –en negocios que representan el futuro de Barclays– enfatiza de nuevo por qué nuestra estrategia se centra en ofrecer a nuestros accionistas el poder de las ganancias de estas franquicias centrales, libre del lastre de las no esenciales y por qué debemos hacer esto lo más rápido como sea posible", dijo Staley el mes pasado durante una conferencia telefónica con analistas.
En comparación, el HSBC, uno de sus grandes rivales que está mirando fuertemente al crecimiento en Asia, dijo a principios de este mes que no espera tener un retorno de capital tangible de un 10 por ciento antes de finales del 2017. El HSBC tuvo un retorno de capital tangible del 9,3 por ciento en la primera mitad de este año.
Staley se ha comprometido a cerrar la división de los negocios no esenciales para el próximo año. Se espera que las ventas aceleradas de las empresas generen más de 1 mil millones de libras, o alrededor de US$ 1,3 mil millones, en ahorro de costos a partir del 2017.
El banco también está reduciendo activos riesgosos en aquellas empresas –principalmente relacionados con su cartera de derivados– a 20 mil millones de libras para finales del próximo año. El negocio de los no esenciales tenía 46,7 mil millones de libras en activos considerados de riesgo al final del segundo trimestre.
"Estamos planeando hacer todo lo posible para conseguir acuerdos firmados por todas las empresas de explotación que nos quedan" este año calendario, señaló Harry Harrison, jefe de negocios no esenciales de Barclays. "Si pudiéramos llegar a cerrar todas esas ofertas de este año también, eso sería realmente grande. Realmente concentraría el 2017".
En una llamada con analistas el mes pasado, Tushar Morzaria, director financiero del banco, describió muchos de los derivados de la cartera no esencial del banco como "vainilla" y dijo que el libro estaba bien cubierto y Barclays no era un vendedor forzado.
En la segunda mitad de este año, se espera que el banco complete la venta de su negocio de tarjetas de crédito en Portugal y España, sus operaciones de riqueza y de gestión de inversiones en Singapur y Hong Kong, su negocio de análisis de riesgo y soluciones de índices de negocio y sus operaciones bancarias minoristas en Italia.
Se espera que las ventas de esas empresas, por sí solas, reduzcan los gastos anuales de Barclays en alrededor de 250 millones de libras y reduzca su fuerza laboral en 1.500 empleados, ya que se transferirán junto con esas operaciones. Los activos ponderados por riesgo también se espera que se reduzcan en 3 mil millones de dólares de las ventas.
Los cierres de la venta del índice de negocios a Bloomberg, la compañía de medios de comunicación e información financiera, y la compra del banco minorista italiano por CheBanca, un miembro del Mediobanca Group, se espera que ocurra en el tercer trimestre de este año. Otros vendrán a finales de este 2016.
Barclays también anunció en abril que estaba en conversaciones exclusivas con la firma de capital privado AnaCap Financial Partners sobre la venta de sus operaciones de banca minorista en Francia, así como sobre sus operaciones de negocios de seguros de vida y de riqueza y de gestión de inversiones.
No se espera que el resultado del Brexit, ocurrido el pasado 23 de junio, tenga un impacto en su capacidad para completar la venta de activos no esenciales en la división, dijo Barclays.
"Cosas como el Brexit pueden hacerte perder el curso tal vez por un par de semanas, ya que las personas se distraen", dijo Harrison. "Creo que los activos que estamos tratando de vender y la gente a la que estamos tratando de venderlos todavía tiene sentido" después de la votación del Brexit.
Aumentando el ritmo de ventas de sus negocios no esenciales no ocurre sin un poco de dolor.
Barclays dijo en marzo que recortará sus dividendos este y el próximo año para financiar el aumento del ritmo de ventas.
Los dividendos se consideran sagrados para los inversores del banco en Gran Bretaña y los pequeños inversores se han quejado en las reuniones anuales de Barclays en los últimos años acerca de la magnitud de los dividendos en comparación con el tamaño de los beneficios extras de los ejecutivos.
El beneficio del banco se redujo un 41 por ciento en el segundo trimestre debido a impedimentos y otros costos asociados con los negocios no esenciales pesaron sobre sus resultados. Eso incluyó un deterioro de 372 millones de libras en relación con las operaciones francesas que han sido seleccionadas para la venta.
Muchos de los avances en la reducción de los negocios no esenciales han sido rastreados en las oficinas de Barclays: Los miembros del personal hacen sonar campanas cada vez que un elemento de los activos ponderados por riesgo se reduce, dijo Harrison. Las campanas han estado sonando "muy a menudo", dijo.
"Todo el mundo está empujando en la misma dirección. Estamos muy seguros de poder para hacer esto", finalizó.