Ben Protess

La Reserva Federal (Fed) tomó medidas contra Goldman Sachs y uno de sus ex ejecutivos, ampliando una investigación de larga data sobre una filtración de información confidencial del gobierno.

La acción, que obligó a Goldman a pagar una multa US$ de 36,3 millones, provino de un incidente en el 2014, cuando un ejecutivo junior de Goldman se apropió de información confidencial del Banco de la Reserva Federal de Nueva York. La citada persona, quien fue inmediatamente despedida de Goldman, recibió la información de un empleado de la Fed, también de Nueva York.

Los dos hombres se declararon culpables de robo de propiedad del gobierno y Goldman pagó una multa de US$ 50 millones a los reguladores del estado de Nueva York debido a que su "administración no supervisó de manera efectiva" al ejecutivo.

Sin embargo, como la Fed no actuó contra Goldman en el momento, su decisión de accionar contra Goldman ahora resulta un tanto inusual. La pena, que indicia a Goldman por "uso no autorizado y divulgación de información confidencial de supervisión", es también algo incómodo para la Fed.

La fuga de información, después de todo, se originó en el Banco de la Reserva Federal de Nueva York con uno de sus propios empleados. Y el ejecutivo de Goldman que recibió la información confidencial era él mismo un ex empleado de la propia Fed de Nueva York. Goldman, no la Fed de Nueva York, fue la que descubrió la filtración.

Sin embargo, la junta de la Reserva Federal en Washington, una unidad que funciona por separado de la Fed de Nueva York, es la que está aplicando la pena a Goldman.

Y la acción de la Fed va más allá del acuerdo que Goldman obtuvo el año pasado con el estado de Nueva York, remontándose varios años atrás poniendo en relieve cómo el banco no cumplió desde el 2012 en aplicar políticas adecuadas y cómo falló en la formación de sus empleados para evitar fugas como la señalada.

El caso refleja un esfuerzo más amplio en la Reserva Federal para adoptar una postura más dura contra la mala conducta de Wall Street y para reprimir individualmente a los ejecutivos. En el 2015, la Fed decidió prohibir a seis ejecutivos de la industria bancaria, el doble de lo hizo en el 2014. El año anterior a este último, la Fed no tuvo ningún tipo de acciones.

El caso de la Fed contra Goldman, los detalles de los cuales se informó la semana pasada por The New York Times, se centra en lo que podría haber sido una mina de oro de la regulación. La información confidencial, dijo la Fed, incluye los informes de los exámenes bancarios y otros "informes confidenciales elaborados por los reguladores bancarios".

Los documentos efectivamente dieron a Goldman una ventana a la información privada de la Reserva Federal sobre asuntos reglamentarios. Y el banco, añadió la Fed, utilizó la información en presentaciones a clientes actuales y potenciales "en un esfuerzo para promocionar negocios".

"La junta espera que todas las empresas, incluyendo Goldman Sachs, cumplan con todas las leyes, reglas y regulaciones de los Estados Unidos", dijo la Fed en un comunicado, señalando que es "ilegal utilizar o revelar información confidencial de supervisión sin la aprobación previa".

En su propia declaración, Goldman dijo que estaba "satisfecha de haber resuelto este asunto". El banco destacó que había despedido al ex ejecutivo junior, Rohit Bansal, y que se había notificado inmediatamente a la Fed después de descubrir que había "obtenido indebidamente información de su antiguo empleador, el Banco de la Reserva Federal de Nueva York".

Goldman también despidió a José Jiampietro, un ejecutivo que ayudó a supervisar a Bansal.

Los investigadores de Goldman encontraron documentos filtrados de la Fed de Nueva York sobre el escritorio de Jiampietro, aunque la empresa nunca llegó a la conclusión de que él sabía de la fuga. En su lugar, se informó a los reguladores que él había "fallado en dimensionar adecuadamente" el problema.

Pero ahora la Fed, a diferencia del estado de Nueva York, apunta a Jiampietro, previamente un alto asesor de Sheila C. Bair cuando ella era presidenta de la Corporación Federal de Seguro de Depósitos. Al anunciar una acción contra Jiampietro, la Fed dijo que estaba buscando imponerle una multa y "de forma permanente separarlo de la industria bancaria por un uso no autorizado que él y sus subordinados" hicieron de información confidencial.

A diferencia de Goldman, los abogados de Jiampietro están peleando el caso a través de un procedimiento disciplinario civil de la Fed, argumentando que Jiampietro no tenía nada que ver con la fuga. Señalan que Bansal, quien aceptó un acuerdo de culpabilidad de un delito menor con los fiscales federales de Manhattan, no acusó explícitamente a Jiampietro de darle instrucciones para obtener los documentos.

En una declaración anterior, un abogado de Jiampietro acusó a la Fed de utilizar su cliente "como chivo expiatorio de la industria".

El abogado, Adam Ford, de la firma Ford O'Brien, agregó que "las alegaciones presentadas contra Jiampietro son demostrablemente falsas". Jiampietro "nunca solicitó información confidencial de supervisión de nadie y nunca la utilizó para su beneficio o de cualquier otra persona", añadió.

"La Fed tiene la ley equivocada y los hechos equivocados", dijo Ford. "Jiampietro tiene la intención de luchar contra estas acusaciones y espera plena reivindicación", remarcaron.

Las mencionadas acciones de la Fed no fueron las primeras derivadas de la fuga de información.

La Fed de Nueva York despidió a su empleado y notificó a las fuerzas del orden, diciendo en el momento que estaba "decidida a aprender de las experiencias". La junta de la Fed en Washington también excluyó permanentemente a Bansal de la industria.

Goldman, que bajo los términos de su acuerdo con la Fed debe mejorar su programa para prevenir que sus empleados soliciten o acepten información reglamentaria filtrada, dijo en su declaración: "Nosotros examinamos y fortalecimos nuestras políticas y procedimientos después de que el asunto Bansal se dio por terminado. No tenemos ninguna tolerancia para el manejo indebido de la información confidencial de supervisión".

Bansal, quien recibió libertad condicional por su papel en la fuga de datos, "espera poder dejar todo esto atrás y seguir adelante con su vida", dijo su abogado E. Scott Morvillo, al momento de su sentencia.

Y, sin embargo, el caso persistirá para Bansal. La Fed probablemente lo llame como testigo contra Jiampietro.

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