El fenómeno mundial de la realidad aumentada ya llegó a Paraguay. Ya se pueden "cazar" pokémones en el microcentro de la ciudad de Asunción. Aquí una crónica para La Nación Digital de cómo me crucé con unos jugadores fascinados con la app de Niantic.
Primero los vi viniendo por Palma desde la zona de El Poniente. Iban gritando y riendo a los gritos. Les envidié un poco la felicidad. Cuando empezaba a olvidarlos me los crucé de vuelta. Los dos con sus smartphones en mano apuntando a algo en el medio de la calle... y ahí caí en cuenta: "Están jugando Pokémon GO". Saqué mi celular y les hice una foto. Me miraron un poco desconfiados y les grité cuando huían.
-¡Están jugando Pokémon!
-Sí.
-¿En qué nivel van?
-Descargamos hace 20 minutos.
-Entonces les voy a hacer una nota para La Nación Digital.
Se quedaron, sonriendo me mintieron los nombres y nos pusimos a hablar, "Maxi", "Nacho" y yo.
"Maxi" (22)
-La experiencia es muy linda, es cómo que uno está reviviendo su infancia. Yo jugaba en Gameboy, en Nintendo... jugaba bastante Pokémon. Fui a EEUU a los 6 años y me compré un Pokédex con la tecnología de Tetris más o menos, era todo con puntitos negros ¡horrible! pero yo era feliz. Esto es revivir la infancia y toda una actividad. Esperemos que la seguridad pueda ir creciendo, porque es bastante peligroso.
-¡Es peligroso! ¿Por qué? ¿Le da tu localización a todo el mundo?
-No tanto por eso. Bueno, está eso, pero está el tema de la inseguridad de tener el teléfono en la mano y cosas así.
"Nacho" (24), instructor en un gimnasio
-Descargué en el auto. No podía jugar porque estaba manejando entonces llegué al lugar al que tenía que llegar, estacioné el auto y me puse a descargar .
-¿Decís que va a ser inseguro? No sólo porque andes con el teléfono por ahí, sino porque a lo mejor te emociones y vayas detrás sin mirar la calle...
- No sé tanto si por ese tema, sino por el asunto de los "pibes chorros" y esas cosas. Bueno, yo no tengo miedo porque conmigo no se van a meter porque no les va a convenir. Para los chicos va a ser un tema. No voy a decir que tienen que jugar bajo la supervisión adulta porque eso es todo mentira, pero sí saber en qué horario porque se tiene que caminar. Mejor ir a buscar a lugares concurridos.
-¿Te emocionás y no te das cuenta?
-Y no. Yo ahora tengo que ir a dar clases y no quiero dejar de jugar. Es un juego de la infancia y es nostalgia de jugar en tiempo real, en la vida real, es diferente. Yo creo que para nosotros que ya estamos un poquito más grandes va a pasar rápido.
-¿Decís que son los más chicos los que se van a prender?
-Sí, los adultos tenemos nuestras actividades, ahora nomás es la emoción de lo recién descubierto.
-Sin embargo en el mundo, el fenómeno es de los adultos. Los que se prenden son los grandes, te cuento.
-Sí, pero yo doy clases, soy deportista, tengo actividades, creo que no voy a poder colgarme con esto.
"Nacho" (que al parecer se llama "Maxi") me dejó sacarle la foto al celular. Fue una suerte de "canje". Prometí no mostrarles parados en la esquina de 15 de agosto y Estrella jugando "como chicos".