En Paraguay, dos grandes partidos, fundados ambos en 1887, se disputan el poder desde la culminación de la Guerra contra la Triple Alianza (1864-1870): la Asociación Nacional Republicana (ANR-Partido Colorado) y el Partido Liberal, hoy Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA).
La histórica disputa entre las tradicionales nucleaciones políticas no solo da en la lucha presidencial, sino también en los espacios como el Congreso Nacional, las gobernaciones, los municipios, los entes contralores y cualquier otra instancia que signifique poder. En las últimas décadas, con la apertura democrática en 1989, los colorados y liberales llevaron su enfrentamiento incluso a instancias inimaginables, como elección de asociaciones, comisiones barriales, cooperativas y hasta de centros de estudiantes universitarios.
Para entender el largo enfrentamiento entre colorados y liberales, que incluyó incluso golpes, revoluciones y guerras civiles en el siglo pasado, es necesario hacer al menos un breve repaso de la historia que hay tras estos dos sectores antagónicos, pero decisivos en la vida política nacional.
El Partido Colorado gobernó desde su fundación hasta la Revolución de 1904, cuando los liberales se alzaron con el poder a través de un golpe. Los colorados volvieron a la cúspide en 1946 y mantuvieron el gobierno unicolor más largo de la historia, hasta el 2008, cuando la ANR fue derrotada no precisamente por un liberal, sino por un ex obispo independiente (Fernando Lugo), aunque con respaldo de los liberales. La salida del poder de los colorados fue corta, ya que lo volvió a recuperar en las últimas elecciones generales del 2013. En el Congreso sigue siendo el sector con mayoría, pero generalmente dividido en dos o tres facciones.
Los liberales nacieron en 1887 como Centro Democrático. Fue el primer sector organizado como partido. Adquirieron con los años el nombre de Partido Liberal, primero, luego Partido Liberal Radical, y, finalmente, Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA) en 1978. El sector gobernó desde 1904 hasta la Revolución de febrero de 1936, y desde agosto hasta setiembre de 1940. Tras el juicio político a Fernando Lugo, volvió al poder en el 2012, y fue hasta agosto del 2013 con Federico Franco, que había sido electo como vicepresidente en el 2008.
El único sector que rompió la hegemonía de colorados y liberales en la historia desde la creación de estos partidos políticos fue el movimiento febrerista liderado por Rafael Franco, que ocupó el poder entre febrero de 1936 y agosto de 1937, formando parte del gobierno de coalición en 1946. Se convirtió en político (Partido Revolucionario Febrerista –PRF) en 1951. Cabe apuntar, además, que en 1960 se formó el Movimiento Social Cristiano, que pasó a llamarse Partido Demócrata Cristiano desde 1965. Los dos partidos, así como el Comunista Paraguayo (PCP) y el de los Trabajadores (PT), tuvieron alta participación en la lucha contra la dictadura de Alfredo Stroessner (1954-1989), pero con poco peso político representativo en las instancias de poder como el Congreso.
La analista Line Bareiro, en un interesante artículo sobre los partidos tradicionales, recuerda que desde 1947 hasta 1963 se mantuvo un sistema de partido único en que solo el Partido Colorado fue legal. "El gobierno, la burocracia estatal, los poderes del Estado y el partido único se convirtieron en el territorio institucional de la política, teniendo a las diversas corrientes coloradas como únicos actores de la acción política", detalla. Igualmente, puntualiza que el proceso electoral se volvió un asunto interno y exclusivo del Partido Colorado, que podía presentar candidatos a la Presidencia, la Cámara de Representantes o las Juntas Municipales. Cuenta que desde 1963 hasta 1989 se abrió un sistema de pluralismo restringido, legalizándose lentamente algunos partidos o fracciones de ellos. En 1978 se inició un período en que algunos partidos opositores no presentan candidatos y llaman a la abstención ciudadana.
Un golpe de Estado entre la noche del 2 y madrugada del 3 de febrero de 1989 rompió el gobierno de Alfredo Strossner e inició un proceso democrático que permitió la creación de otros partidos políticos.