Un Estado debe establecer políticas claras y desarrollar acciones concretas para la protección de los sectores más vulnerables de la población. Si no fuera así, estaría cometiendo un grave error, dejando a su suerte a miles de compatriotas que no tendrían mínimas condiciones para vivir dignamente.

Cabe recordar que Paraguay, lamentablemente, sufre hasta hoy una pesada herencia dejada por gobiernos que antes que atender a la población se dedicaron a dilapidar los fondos públicos, para satisfacer intereses personales o partidarios, contratar a miles de partidarios en la función pública e intentar crear estructuras que les permitan perpetuarse en el poder. Hoy hay una mirada totalmente diferente.

Particularmente, la atención de los adultos mayores siempre fue un tema poco atendido por los sucesivos gobiernos de turno. Aunque en algunas ocasiones fueron impulsados programas en ese ámbito, los resultados no llegaron a ser muy satisfactorios.

La gran infraestructura del ex Casino Hotel San Bernardino, propiedad del Instituto de Previsión Social (IPS), se convertirá en breve en una moderna residencia gerontológica gracias a una millonaria inversión.

Se cumplirá así una de las acciones del plan de protección y ayuda a los de la tercera edad, demostrando de ese modo que cuando se trabaja con seriedad y transparencia es posible concretar proyectos sociales, muy distante a los discursos sociales que se quedan solamente en eso, en promesas que nunca se cumplen.

La gran infraestructura del ex Casino Hotel San Bernardino, propiedad del Instituto de Previsión Social (IPS), se convertirá en breve en una moderna residencia gerontológica gracias a una millonaria inversión.

El centro albergará a unas 175 personas de la tercera edad, que tendrán la posibilidad de residir en un moderno complejo dotado de equipamientos especiales, mobiliarios adecuados y un personal muy bien preparado para la tarea de cuidado, atención y motivación de los adultos.

El Gobierno explicó que el futuro Centro Residencial de Atención y Apoyo al Adulto fue creado con el criterio y apoyo de la Agencia de Cooperación Española para el Desarrollo (Aecid). Los trabajos de refacción y adecuación culminarán en el mes de noviembre. El equipo interdisciplinario que cubrirá con todos los servicios que brindará el centro residencial se encuentra aún en capacitación para que la asistencia sea óptima. Se espera que antes de fin de año las obras sean inauguradas.

Contará con 93 habitaciones totalmente climatizadas, con sistemas de seguridad contra incendios. Cada una de las camas tendrá botones de alarma que estará conectada a las habitaciones de enfermeras, paramédicos, que estarán acompañando a las personas durante todo el día, y una ambulancia que prestará servicio las 24 horas.

Además, contará con sistemas especiales de iluminación acorde al sitio, con puertas corredizas, ventanales y balcones con vista al lago Ypacaraí. Cada habitación está destinada a dos personas, con un baño adentro. Asimismo, el edificio tendrá rampas o escaleras para personas adultas con discapacidad o que se movilizan en sillas de rueda.

La inversión es de casi US$ 10 millones del fondo del Instituto de Previsión Social (IPS), lo que implica también la importancia de definir dónde y en qué se destina el dinero público, en la línea del Gobierno en el sentido de que el dinero de la gente es de la gente.

Si bien es cierto un centro de esta naturaleza no será una solución definitiva al abandono en el que se ha dejado a las personas de la tercera edad, no se puede desconocer que es un paso importante que ratifica la intención de atender a esta franja de la población.

Este tipo de proyectos promovidos por el Estado son los que deben ser respaldados por la clase política, que muchas veces, en el afán de buscar réditos meramente políticos, se opone o frena iniciativas que tienen como objetivo lograr que la gente viva mejor. No se puede ser tan egoísta en pensar solo en los intereses personales o grupales, en detrimento de la población.

Los que mantienen este tipo de discurso, simplemente, se manejan a base a la incoherencia y la mentira.

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