Vijay Govindarajan, Tarunya Govindarajan y Adam Stepinski

El número de los llamados "unicornios" –o negocios altamente valorados, que todavía no tienen establecida una historia de su desempeño– ha aumentado exponencialmente en años recientes, sin embargo, para finales del año pasado había indicaciones de que la fiesta estaba acabándose. Muchos unicornios simplemente no estaban desempeñándose tan bien como se esperaba. ¿Por qué? Algunos analistas culpan a las valoraciones poco realistas, mientras que otros citan el gasto excesivo.

Ambas son verdaderas hasta cierto punto, pero hay otra razón: el no innovar cuando los competidores los alcanzan.

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Los unicornios operan en industrias con grandes y arraigadas empresas ya establecidas, pero son capaces de crecer rápidamente enfocándose en una buena idea. Por ejemplo, Square atacó a las compañías de tarjetas de crédito que les cobraban grandes comisiones a los negocios pequeños, y una multitud de compañías brindan productos y servicios bajo demanda a través de aplicaciones en los teléfonos inteligentes.

Sin embargo, ahora estamos viendo que, al enfrentar fuerte competencia, algunos unicornios luchan no solo para mantener el ritmo, sino para seguir innovando más allá de su primer descubrimiento.

Uno de los unicornios más exitosos hasta la fecha es Dropbox, la compañía de almacenamiento de archivos fundada en el 2007. Dropbox hizo que el previamente arcano mundo del almacenamiento en línea fuera accesible para los consumidores cotidianos, al construir un folder de escritorio amigable con el usuario. Con su idea de casar a los consumidores y la tecnología, Dropbox se convirtió en uno de los primeros unicornios.

Valuada en 10 mil millones de dólares, presumiendo 400 millones de usuarios, Dropbox fue el ejemplo del ascenso de los unicornios. Sin embargo, actualmente enfrenta competencia de Apple, Microsoft, Google y Amazon en una industria caracterizada por la "carrera hacia el cero", en la que los competidores cada vez ofrecen más por menos.

Los consumidores se están moviendo rápidamente hacia dispositivos móviles donde no sólo la idea del "folder mágico" no funciona, sino que los sistemas operativos están fuertemente controlados por Apple y Google. Si su teléfono inteligente viene con una opción preinstalada de almacenamiento en la nube, ¿por qué gastar el tiempo y dinero en algo más? Dropbox debería estar trabajando en nuevas innovaciones si pretende mantener el paso.

Los unicornios que no han cotizado en bolsa, como Dropbox, tienen una ventaja sobre aquellos que sí lo han hecho. Tiene la oportunidad de obtener su nueva idea justo antes de moverse hacia las inversiones públicas.

También pueden construir una cultura innovadora que constantemente anticipe el cambio, identifique oportunidades y encuentre formas de bajo costo para probar iniciativas. Cuando la competición ataque, solo aquellos unicornios capaces de construir una cultura que observe hacia adelante podrán evadir la trampa de su temprano éxito.

(Vijay Govindarajan es profesor en la Tuck School of Business de Dartmouth y académico en la Harvard Business School. Tarunya Govindarajan dirige iniciativas de crecimiento en Edmodo, una empresa emergente de educación tecnológica. Adam Stepinski es arquitecto de software en Silicon Valley).

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