Por Laura Morel

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Los grandes atletas surgen con dedicación, perseverancia y autocrítica. Basta con participar de un entrenamiento de Verónica Cepede Royg para comprobar que, además de talento, reúne todos esos requisitos.

Junto su entrenador entrena intensamente para llegar a su mejor forma, corrigiendo errores que ella misma se cuestiona. "¡Todos los días practico este golpe!, ¿cómo voy a fallar?", se dice a sí misma con gestos de desaprobación. Es que así es Vero, hasta una práctica la vive como si fuera un partido oficial.

Del otro lado de la red, el exjugador de Copa Davis Gustavo Ramírez intenta seguir su ritmo, mientras que a los costados, un inquieto Ramón Delgado observa atentamente, la corrige y también felicita ante una buena definición.

A sus 24 años, Vero se alista para el mayor desafío del año: Río 2016. Serán sus segundos Juegos Olímpicos consecutivos, los que la convertirán en la única tenista en representar a Paraguay en dos ediciones del evento deportivo más importante del planeta (Rossana de los Ríos compitió Sidney 2000) en singles (Rossana también estuvo en Barcelona 92, en dobles).

"Claro que sí", responde ella al preguntársele si es consciente de que está anotándose en la historia del tenis nacional. "Es un orgullo poder jugar por mi país, y más aún en los Juegos Olímpicos, que representan el máximo nivel de atletas en el mundo", agrega.

Por eso la emoción, al enterarse de que había sido seleccionada para competir en Río, superó a la de la primera vez: "Fue diferente que hace cuatro años (cayó en el debut ante Varvara Lepchenko 7-5, 6-7(6) y 6-2). Estoy más madura, más consciente y sé lo que implica llegar a unos Juegos Olímpicos. Me di cuenta de lo difícil que es clasificar, por lo que me emocioné mucho más".

Con el gran salto al puesto 121 del ranking de la WTA y lo vivido en Londres 2012, la paraguaya asegura que esta vez llega "mucho más preparada, con más madurez, solidez y la experiencia que voy agarrando día a día en los torneos". Incluso, cree poder "controlar más las emociones y miedos que tuve en los primeros Juegos".

Donde sin dudas no podrá controlar sus emociones es en el estadio Maracaná, cuando en la noche del 5 de agosto ingrese junto a sus compatriotas en el desfile inaugural: "La ceremonia inaugural fue un momento indescriptible para mí y me emociona repetirla. Estar cerca de los mejores representantes de todos los deportes es algo maravilloso".

Una dupla de números 1

Hace dos años y medio, Cepede hizo un cambio importante en su carrera. Contrató al exnúmero uno nacional Ramón Delgado como entrenador y, desde entonces, evidenció un crecimiento no solo en su juego sino también en la clasificación mundial.

"Tener a mi lado un entrenador como Ramón Delgado me impulsa a desafiarme cada día, me exige, me motiva y me da mucha confianza. Él me transmite toda la experiencia que adquirió a lo largo de su carrera como tenista profesional", reconoce Vero.

Como jugador, Delgado estuvo cerca de representar a Paraguay en Atenas 2004. Hoy, tendrá la oportunidad de vivir la experiencia olímpica como entrenador, lo que para la propia Vero "significa mucho", sobre todo porque "es uno de los tantos objetivos que nos trazamos".

Apunta a lo más alto

A diferencia de hace cuatro años, la tenista paraguaya celebra que estos Juegos se realicen en un país tan próximo y sin la gran diferencia horaria existente con Londres. "Es una gran ventaja para nosotros los paraguayos estar cerca en un acontecimiento tan grande, con el aliento de la familia y los amigos. Eso te motiva", sostiene.

Al hablar de sus objetivos, está claro que "representar bien a mi país" y "dar el máximo esfuerzo para llegar a lo más alto" están en las primeras líneas de su lista, un deseo compartido con los demás atletas nacionales.

Por ello, al dejar un mensaje a sus compatriotas, lo hace por los otros diez deportistas que nos representarán en Río. "Acompañen a la delegación paraguaya en todas las disciplinas, para sentirnos unidos y conseguir los mejores resultados posibles" es el pedido de quien siempre, con mucho orgullo, defiende la tricolor bandera.