¿Imaginás caminar por las calles y que de repente te paren para consultar sobre tu atuendo? La moda ya no solo responde a lo que crean los diseñadores ni tampoco a los imperativos de las grandes marcas. Hoy, las tendencias nacen a partir del estilo personal que cada uno imprime en su andar diario.

Por: Matías Irala

París, pleno años 20. Mujeres con sombreros altos y ropas caracterizadas por una elegancia que había abandonado los incómodos corsets y acortado los vestidos, iban dibujando su estilo frente al lente fotográfico de los hermanos Seeberger, los primeros "cazadores de tendencias". Esto obligó a la mujer parisina a llevar su estilo a la calle a fin de ser fotografiada por los emblemáticos artistas, los Seeberger colaboraron asiduamente con la revista Vogue siendo catalogados como los precursores de la elegancia.

Pero, sin dudas, el recientemente fallecido Bill Cunningham es el rey del coolhunting a la hora de perseguir tendencias por las calles. De origen americano, Cunningham ha logrado captar durante más de 50 años el estilo de numerosas personas en su andar por las calles de Manhattan, New York. Su pasión por la moda lo llevó a retratar gente, corriendo por las calles en situaciones convencionales pero sin perder el estilo ni la elegancia. Su poco interés en retratar celebridades ha llevado a fomentar una noción personal de que la moda no se gesta simplemente en llevar ropas excesivamente caras ni relacionadas a marcas, sino en retratar la individualidad que cada uno traduce en su armario.

¿Pero qué tiene de interesante plasmar en fotos personas normales o ropas que no son de diseñadores? La moda no es un escenario superficial como usualmente se percibe. Llevar determinadas prendas o colores es una manera de comunicar cosas a través de un lenguaje "no verbal". Usar una remera con algún tipo de estampado, una frase o dibujos alusivos es una manera de expresar un mensaje; esto permite entender el gusto particular o el pensamiento de la otra persona, aunque no se esté hablando directamente.

En todas las culturas, cubrirse con alguna determinada prenda, tela o diseños complejos responde a la necesidad por manifestar algo a través del cuerpo. En su libro El vestido habla Nicola Squicciarino específica que las prácticas primitivas de pueblos indígenas, como la ornamentación corporal para determinados acontecimientos o para expresar algo a través de esto, no han sido del todo abandonadas por la sociedad actual. Hombres y mujeres en la actualidad siguen respondiendo a estas prácticas sólo que han sido sustituidas por habilidades sociales como eventos, el trabajo o simplemente como expresión personal.

Pero si hablamos de quienes se encargan de recolectar las tendencias, ¿qué pasa con los que se encargan de imponerlas?. La necesidad por abrazar un estilo personal es quizás revolucionario, la moda del DIY (Hazlo tú mismo en ingles) es una manera de responder a las demandas de consumo que impone el mercado capitalista, la sobrefacturación de indumentarias así como los precios altos.

La creatividad parece ser el escudo para quienes ven la moda como un terreno que no se reduce al goce estético sino que también permite ver una filosofía de vida. En ésta, no se desecha sino se busca proporcionar una nueva valoración a prendas que consideramos viejas o simplemente no nos gustan para darles nuevo formato.

El interés actual por buscar personas que destaquen por su manera de vestir responde a los síntomas de una sociedad globalizada y saturada de información. La necesidad de reinventar la moda ya no pasa directamente por los diseñadores o grandes empresas de indumentaria. Somos conscientes de que la única marca registrada que existe es la interpretación que cada uno puede otorgar a su manera de vestir.

Eso explicaría por qué los cazadores de tendencias han vuelto a las calles, esta vez no sólo para captar a las personas sino también para buscar testimonios que logren expresarse a través del estilo.

La ciencia de predecir la moda

Internet es quizás la plataforma que ha logrado expandir el fenómeno coolhunting a niveles masivos. Predecir lo que estará de moda parece bastante más fácil gracias a Google Trends. Esta aplicación nos permite tener un conocimiento instantáneo monitoreando a partir de las palabras colocadas en el buscador las últimas tendencias. Especificando datos, idioma y procedencia nos permite tener un análisis comparativo con otras búsquedas recientes.

El heredero de los hermanos Seeberger y el estilo de Cunningham es definitivamente el fotógrafo Scott Schuman, creador de la página The Sartorialist. Scott ha logrado reflejar el lenguaje de la moda a través de las inspiraciones que toma a través de las personas que pasan por su lente en las calles. La consigna para ser parte de Sartorialist es ser innovador y tener un estilo personal que destaque. Recientemente, la modelo paraguaya Betania Estrago posó para el afamado fotógrafo.

Lookbook es la vitrina ideal para cualquiera que quiera hacer gala de su estilo, creando un perfil que te permite enlazarlo con tu página de Facebook. Podés alzar fotos de tu andar diario por las calles con fotos en calidad estándar. A través de los hashtags vas suministrando visitas y una idea pormenorizada de qué palabras te describen. Muchas empresas de moda han creado perfiles con concursos específicos en la página ante la fiebre por capturar talentos.

A veces con resaltar el estilo no alcanza, existen sitios que rescatan otras características de las personas. Viste la calle es una página chilena que tuvo sus inicios por el 2008 de la mano de la coolhunting Majo Arévalo, quien se encargaba inicialmente de salir a las calles a capturar looks. Considerado como el sitio de street fashion más influyente en Latinoamérica, no se reduce a fotos sino también a dar una idea pormenorizada de los gustos de las personas retratadas a la hora de vestir.

On the Corner fue un blog hecho en Argentina por el fotógrafo Javier Obando. Si bien actualmente el blog se encuentra inactivo, sigue anclado en la red, por lo que merece una visita para mirar la gran biblioteca de estilos que Obando capturó desde el 2007 en la capital porteña. En su momento la página colaboró con la revista argentina Ohlalá con una sección propia.

Diario de un Coolhunter es la página creada por la periodista Patricia Sañes, sobriedad y dinamismo es la clave que ha convertido el sitio en una cita obligada para quien desee ver looks distendidos creados por la propia Sañes para enfrentar la calle.

La mejor forma de predecir el futuro de las tendencias, es creando de manera personal, ingeniosa y dentro de los márgenes de nuestras posibilidades.

Etiquetas: #Moda

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