Londres, Reino Unido. AFP.
A su llegada a la residencia oficial de Downing Street, May prometió que el Reino Unido tendrá un nuevo papel "audaz y positivo" fuera de la UE.
"Tras el referéndum nos enfrentamos a un momento que es un gran desafío a nivel nacional. Y yo sé que porque somos Gran Bretaña vamos a estar a la altura", declaró. Reputada por su temperamento combativo y su carácter trabajador, May, hereda un Reino Unido en el que reina la incertidumbre sobre su futuro. Una de sus primeras decisiones fue nombra a Philip Hammond como ministro de Finanzas, en reemplazo de George Osborne.
Los primeros días de su gobierno van a ser escrutados por los inversores, que buscan signos de estabilidad tras la conmoción de los resultados del referéndum. La libra se ha recuperado un 4% desde los mínimos en 31 años que tocó la semana pasada. Y el jueves se espera que el Banco de Inglaterra anuncie un ajuste de su política monetaria para hacer frente al deterioro de las perspectivas económicas. "Brexit significa Brexit y haremos de ello un éxito", aseguró May el lunes, acabando con las esperanzas de quienes soñaban con una milagrosa permanencia en la UE.
Esta euroescéptica, que se unió al campo de la permanencia sólo durante la campaña del referéndum, ya advirtió que no activaría el artículo 50 del Tratado de Lisboa que desencadena el proceso de salida de la UE antes de finales de año. Impacientes por ver al ejecutivo británico definir su postura, los dirigentes europeos apremiaron a Londres. El presidente de la Comisión Europea Jean-Claude Juncker, instó a May a que inicie "pronto" las negociaciones. "Estoy impaciente de trabajar estrechamente con usted y de saber cuáles son sus intenciones", dijo Juncker en una carta difunda en Twitter.