Por Darmy Martínez Larroza, Coordinadora de Comunicación, Koga Impact Lab.
Existe en nuestra sociedad una creencia sólidamente instalada que se fundamenta en la siguiente premisa: el factor principal para medir el éxito de algo está basado en el nivel de riqueza que éste genere. A modo de invitarlos a mirar una cara distinta de esta creencia, quiero contarles una pequeña historia.
Los creadores de la heladería Ben & Jerry's, Ben Cohen y Jerry Greenfield, recibieron en el año 2000 la propuesta de una multinacional que quería comprar su empresa. En un principio la rechazaron, firmes en sus convicciones de crear una empresa independiente, sostenible, comprometida con la comunidad y con sus trabajadores, principios que no estaban enteramente alineados con el propósito de la multinacional.
Sin embargo, mediante un fallo judicial, los dueños fueron obligados a vender la empresa, ya que en ese momento en Estados Unidos la maximización de los beneficios de los accionistas de una compañía era la prioridad.
Años después, la historia da un salto de transformación y sirve de inspiración para que nazca el concepto de Benefit Corporation -Empresa B-, un sistema creado para certificar a las empresas que combinan el lucro con una triple línea de impacto: económico, social y ambiental. Estas compañías amplían el deber fiduciario de sus accionistas y gestores para incorporar intereses no financieros, cumpliendo un compromiso a generar impactos positivos socioambientales, operando con altos estándares de desempeño y transparencia.
En Latinoamérica –donde hoy día existen más de 250 Empresas B- esta filosofía fue implementada de la mano de Sistema B, organización regional encargada de la expansión del paradigma que se impone con el fin de crear una nueva economía en donde el éxito se mida por el bienestar de los individuos, de las sociedades y de la naturaleza. El movimiento no esta ausente en Paraguay, que ya lleva 3 Empresas B Certificadas entre las cuales se encuentran Eneache (Indumentaria), Sinergia Positiva (Gestión de Recursos Humanos y entrenamiento empresarial), además de Koga Impact Lab.
Fuimos formados en un sistema que nos enseña que las personas tienen que estar al servicio del mercado, cuando es el mercado quien debería estar al servicio de las personas. Nos enseñaron también, que las empresas tienen que ocuparse solamente de generar riquezas y que solo las fundaciones u organizaciones de la sociedad civil son las encargadas de solucionar los problemas de la sociedad. ¿Por qué no puede una empresa generar riquezas, y ser parte de la solución de los problemas en la sociedad?
Este modelo de hacer empresa nos invita a romper las creencias tradicionales. Nos invita a dar un nuevo sentido al significado del éxito que hoy tenemos por entendido y nos muestra que el éxito también es, como mencionado mas arriba, una responsabilidad desde las empresas, para con la sociedad y el medio ambiente y con la transformación de la economía.