La ficción se nutre de la realidad o algunas veces quizás suceda a la inversa. A veces, esto se da a través de una narración con evidente crítica social contra el gobierno o el sistema financiero, y otras, a la sociedad misma y al uso que las personas le dan -o podrían darle- a la tecnología.
Por: Jazmín Gómez Fleitas
Person of Interest
"Estás siendo vigilado". Con esta frase arrancan los capítulos de esta serie creada por Jonathan Nolan, sí, el apellido que me sedujo para verla, y que cuenta con la producción ejecutiva de J.J. Abrams. Jonathan fue el guionista de las películas Interstellar, Inception o la trilogía del El caballero oscuro, entre otras más, dirigidas por su hermano Christopher Nolan.
El piloto (primer capítulo de la serie) inicia cuando conocemos a Harold Finch (Michel Emerson), un billonario ingeniero informático responsable de la cración de La Máquina, digamos que una computadora para el gobierno. Él había quedado muy conmocionado luego de los atentados del 11 de setiembre en Estados Unidos, motivo por el cual desarrolla esta máquina capaz de predecir amenazas para la seguridad del país.
El caso es que al gobierno sólo le importan los sospechosos relacionados con terrorrismo, pero la máquina puede hacer más que eso, y sus "personas de interés" también incluyen a aquellas convencionales que podrían ser víctimas de violencia, un dato que el gobierno no considera relevante. Finch decide no seguir trabajando con ellos pero consigue la manera de seguir conectado a la máquina, para así dar con una manera de ayudar a esas personas que van a ser víctimas de un crimen o a cometer alguno.
Como él mismo había dispuesto ciertos límites en la máquina, el único dato que proporciona para identificar a las personas es el número de seguro social, pero no indica si serán víctimas o atacantes. Es ahí cuando recluta a John Reese (Jim Caviezel), un vagabundo, ex miembro operador de las Fuerzas Especiales y exoficial de las operaciones secretas de la CIA.
Este es el escenario inicial pero hay mucho más que ello. Subtramas que se desprenden para incluir a más personajes y descurbrir el pasado de ambos protagonistas, además de los comentarios de la mayoría de sus seguidores que aseguran que la influencia de Batman en ella es simplemente genial. Además, va avanzando para abordar temas como el de la inteligencia artificial o de que la máquina adquiere conciencia.
Otro detalle importante es que Jonathan Nolan en las entrevistas que daba para hablar de la serie, siempre recalcaba que el estado hipervigilado de la misma no era especulación sino una realidad, y que había sacado la inspiración de un libro llamado The Watchers, de Shane Harris, en el que se cuenta cómo la NSA (Agencia de Seguridad Nacional de los Estados Unidos) empezó a construir una red de espionaje para los ciudadanos.
La quinta temporada finalizó el 21 de junio pasado y fue la última de la serie; así que si sos de los que quieren ver una serie completa de un tirón, esta es una opción que no podés desperdiciar. Las palabras de despedida de su creador fueron reconocer que "la vida pasó a imitar a la serie" y "que la parte de ciencia ficción es que La Máquina es precisa pero la invasión de los derechos civiles no es imaginaria", esto último respecto a buscar algoritmos para predecir gustos o comportamientos a futuro.
Black Mirror
Esta serie de tres temporadas en Netflix (cada una con tres episodios que varían entre 40 minutos y una hora de duración) es una antología. Es decir, está compuesta de historias independientes entre sí; al más puro ejemplo de Sherlock, y en la cual, por ende, van cambiando los actores al igual que los protagonistas.
El hilo conductor en cada una de ellas es la tecnología, pero mejor dicho, el uso abusivo que se le da o podría dar a la tecnología, lo cual la convierte en una crítica social con todas las letras. Incomodan, provocan y hasta nos dejan un sabor amargo. Nos muestran el panorama más inquietante posible, para realizar una llamada a la conciencia de cada persona que la vea.
Desde que salió la primera temporada en el 2011 no se ha dejado de destacar la manera excepcional en la que su creador, Charlie Brooker, juega con la exageración y la provocación en el espectador, para retratar a una sociedad adormecida y dominada por la tecnología. El nombre de Black Mirror ("Espejo negro" en español) hace referencia a las pantallas de los celulares, de la tevé o de los monitores que "hoy podés encontrar en cada pared, en cada escritorio, en la plama de cada mano".
En el episodio 1, El himno nacional, en un futuro próximo la princesa británica es secuestrada por un hombre que le pide al Primer Ministro a cambio de liberarla, que acceda a filmar un video perturbador y transmitirlo en cadena nacional. En 15 millones de méritos, la única forma de librarte de un trabajo esclavizante que te sirve para pagar tus deudas es participando en un concurso en vivo. Y en el tercero, Tu historia completa, es posible que cada persona almacene todo lo vivido y pueda ver sus recuerdos cuando quiera e incluso reproducirlos para los demás. Este último es tan bueno, que Robert Downey Jr. compró los derechos. Quién sabe y hace una película basada en él.
Mr. Robot
"Lo que estoy a punto de decir es de alto secreto. Hay un grupo poderoso de personas ahí afuera que secretamente domina el mundo. Hombres de los que nadie sabe nada, que juegan a ser Dios y ahora creo que me están siguiendo". Esa simple frase inicial del primer episodio atrajo toda mi atención.
La historia parte, como puede leerse en la primera línea, de la narración en primera persona de Elliot (Rami Malek), quien de día es un ingeniero de ciberseguridad pero a la noche es un hacker vigilante. Elliot no hackea por dinero, lo hace porque sabe que hay algo que está mal en el mundo y quiere descifrarlo. En esa iniciativa altruista, sale a la captura de personas que están cometiendo crímenes o haciendo daño a las pocas personas que le importan en verdad: su amiga Angela y su terapeuta, aparte quizás de su pez Qwerty.
Él no es social, de hecho le cuesta hablar y relacionarse con las demás personas y por eso lo más importante de la serie sea lo decepcionado que está Elliot con la sociedad y a partir de allí juzga todo desde otra perspectiva. Su gran problema son las corporaciones y en especial una para la que trabaja: E-Corp. De hecho, la serie resalta esto a cada paso y con frases que me pasaría anotando.
Esa oportunidad de encontrar qué es lo que está mal se le presenta cuando tienen una violación en la seguridad de una de las compañías para las que trabajaban. Mediante ese inconveniente que Elliot logra resolver, da con el líder de un grupo de hackers que busca lo mismo que él: derrocar al sistema.
El creador de la serie, Sam Esmail, proviene de una familia egipcia que vivió la "Primavera árabe", en donde entendió el poder de fomentar el activismo. Es por eso que en la serie plante el hacktivismo, así como una crítica al sistema económico actual. Recibió muchas críticas positivas, tanto que señalan que en ella hay atisbos a El Club de la pelea, por sus reflexiones contra el sistema. La segunda temporada de la serie empieza el 13 de julio y es una de las más prometedoras en la actualidad.